Hay tantas objeciones convincentes a la interpretación de que los Hijos de Dios eran ángeles caídos en Génesis 6 los que procrearon con mujeres, que creemos que su abrumadora suma hace que esta visión erótica-angelical sea falaz, si no absurda y de una procedencia incluso satánica, la cual ha dado paso a millones de fábulas donde incluso ya se liga a extraterrestres procreando con humanos, o por ejemplo la doctrina de la semilla o simiente de la serpiente, y todo tipo de distracciones enviadas por el enemigo.
Veamos 8 razones que nos comprueban que los Hijos de Dios de Génesis 6 no se refieren a ángeles caídos asumiendo forma física y procreando con mujeres:
1.- Génesis 6 dice que “los Hijos de Dios” tomaron a las mujeres “como sus esposas.” Las esposas presuponen necesariamente una vida doméstica juntos; sin embargo, los defensores de la interpretación de los ángeles caídos no hacen caso de esto, sólo postulando que los ángeles tuvieron relaciones sexuales con las mujeres.
2.- Esta interpretación de los ángeles caídos es una visión chovinista masculina de los ángeles. Presume que todos los ángeles son hombres, con órganos sexuales que producen esperma (¿físico?) compatible con la procreación humana. Sin embargo, la Biblia nunca dice esto; más bien, identifica a los ángeles como seres “espirituales”. Y la Biblia nunca dice que los ángeles procrean su propia especie.
3.- Mientras que la Biblia describe a menudo ángeles que aparecen visiblemente a los seres humanos como hombres, tales textos probablemente sólo significan que los ángeles aparecen como humanos genéricamente, tomando esa forma para evitar asustar a las personas.
4.- El primer relato de la creación de la Biblia, Dios indica que hará a los humanos “varones y mujeres”. Esto sugiere un contraste en el cual Dios y los ángeles no tienen género. El principal propósito divino para hacer a los humanos macho y hembra, así como en el caso de los animales, era copular y reproducir así su propia especie para poblar la tierra.
5.- Jesús indicó que los ángeles son asexuados cuando dice : “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” (Mt 22, 30). Jesús claramente indica que los ángeles no pueden procrear. Muchos estudiosos del Nuevo Testamento afirman con razón que este dicho de Jesús es el principal texto Bíblico que disipa la interpretación de los ángeles caídos de Génesis 6.
6.- Génesis 6 culpa sólo a los humanos, por lo tanto no ángeles, por la maldad en la Tierra. Porque leemos: “La maldad de la humanidad era grande en la tierra, y toda inclinación de los pensamientos de sus corazones era solamente mal continuamente”. Y dos veces el texto dice que toda carne era “corrupta”, y “la tierra estaba llena de violencia” (versículos 11-13). Así, Dios iba a destruir tanto a hombres como a mujeres con el diluvio, ya que ambos habían pecado. Esta culpa exclusiva de los humanos puede ser la segunda contraposición mas fuerte a la interpretación de los ángeles caídos de Génesis 6.
7.- Hubiera sido injusto que los hombres sufrieran el juicio del diluvio si no estuvieran involucrados en la transgresión cometida, en la cual sólo mujeres copularon con los ángeles. Dios nunca castigó a inocentes.
8.- La interpretación de los ángeles caídos se presenta como si las mujeres no pudieran resistirse a los ángeles embarazándolas, lo cual hace que las mujeres también sean irreprensibles, por tanto no culpables… ¿si fueron violadas, porqué Dios las castigaría?
En lo que concierne la INFLUENCIA ESPIRITUAL de ángeles caídos con la humanidad, el Nuevo Testamento tiene tres textos misteriosos que han sido correctamente conectados con Gen 6.
Primero, el Apóstol Pedro dice en su primera epístola:
1 Pedro 3:18-20
18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.
En segundo lugar, Pedro escribe de manera similar en su segunda epístola:
2 Pedro 2:4-8
4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados
Pedro entonces conecta esto con el diluvio de Noé y menciona la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Tercero, Judas escribe de “los ángeles que no guardaron su propia posición, pero dejaron su propia morada, él [Dios] ha guardado en cadenas eternas en las tinieblas más profundas para el juicio del gran día” (Judas 6). Judas menciona Sodoma y Gomorra como otros ejemplos del juicio de Dios contra la inmoralidad.
Aunque Génesis 6 sólo culpa a los humanos por la maldad que causó que Dios destruyera la tierra por una inundación, los textos arriba citados de Pedro y Judas fijan la causa subyacente del juicio a la influencia de los ángeles caídos sobre la humanidad. El resultado fue que Dios los arrojó al Tártaro del submundo para esperar su juicio final. Esto es apoyado por (1) los dos últimos pasajes que encajan en el mismo orden de la destrucción de la tierra con una inundación y la destrucción de Sodoma y Gomorra, (2) ángeles considerados en parte culpables por el mal, y (3) lenguaje o conceptos similares que se utilizan. Estos textos ayudan a interpretarse mutuamente, tales como los espíritus en la cárcel que son ángeles echados en el infierno, y estos ángeles que desobedecen a Dios puesto que “no guardaron su propia posición, pero dejaron su propia morada.” Sin embargo esta comparativa no tiene que ver en ningún momento con un elemento sexual o de fornicación de ángeles con humanas, sino tiene que ver con la desobediencia tanto angelical y humana, los primeros incitando al mal a los humanos, y los segundos escuchando y obedeciendo las provocaciones de los ángeles caídos.
En resumen, aunque los “hijos de Dios” en Génesis 6.1-4 eran hombres, no ángeles, que tomaron mujeres como esposas y procrearon con ellas, tres textos del Nuevo Testamento parecen culpar a algunos ángeles caídos por influir en estos humanos antediluvianos al cometer la maldad que hizo que Dios juzgara al mundo entero, salvo a Noé y su familia, enviando una gran inundación que los destruyó a todos. Si los humanos NO escucharan a los ángeles caídos, estos no habrían podido contaminar a la humanidad. Si el humano hubiese caminado en obediencia, por más maldad de los principados caídos, nada hubiera prosperado para ellos. El humano es tan corresponsable con los ángeles caídos de sus pecados, y por tanto es que los juicios de nuestro Creador son siempre justos.
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