Esta es una oración que se puede usar como refuerzo cada cierto tiempo, cuando uno sienta que vuelven ciertos sueños, sensaciones o ataques psíquicos.
Pasos :
1.- Realizar un análisis de las situaciones que hayan podido crear la interferencia : ¿desde cuándo te sientes atacado? ¿hay alguna persona que sientas que interfiere en ti de manera negativa? ¿en qué aspectos de has sentido atacado/a? ¿sientes que tienes cosas que sanar y perdonar? ¿has estado en prácticas espirituales raras o que no has sentido sean positivas? debes analizar todo para detectar dónde abriste una puerta.
2.- Tener plena decisión de deshacerte de la interferencia. Para ello, debes eliminar cualquier cosa que te haga sentirte especial por tener experiencias psíquicas, soltar personas que te puedan jalar a lo mismo de nuevo, decidir eliminar cualquier práctica nuevaerista, ocultista, etc. Mientras sigas en esas prácticas, por más inocentes que sean, no vas a poder cerrarle la puerta al enemigo.
3.- Con humildad reconocer las faltas personales y sentir un verdadero arrepentimiento por aquellas cosas que sentimos que no fueron lo mejor en nuestro camino.
ORACION
Amado Padre del Cielo, Creador de toda la creación. Santa, bendita y perfecta es tu creación, de la cual disfrutamos cada día y que es una obra divina. A través de tu amor sanan todas las almas que te buscan sinceramente tras siglos de engaño y de manipulación. Tú regresas al rebaño a casa sano y salvo después de las pruebas y de la aflicción. En nombre de Jesucristo nuestro redentor, te pido escuchar la solicitud de sanación que hoy realizo.
¿Qué me puede acaso faltar, cuando te tengo a ti amado Padre en mi alma? ¿qué me puede alterar, confundir, o desviar si tengo vida dentro de ti Padre, en comunión contigo? ¿qué necesidad puedo tener altísimo Padre creador en el amor, que no sea satisfecha por ti? ¿qué dificultad puedo tener que no pueda ser removida por ti? ¿qué ayuda puede no estar presente, si ya tengo toda la ayuda que viene de ti como Padre Creador de todo lo que es? ¿qué palabras de confort puedo darle a los demás que no sean las que pronuncie por ti? ¿qué dirección pudiera yo tomar que no sea la que has dado tú para mí? Pues yo sé que a través de Jesucristo tengo acceso a la vida eterna.
Cuando los tiempos iniciaron, el mundo estaba allí, y el mundo estaba cara a cara con el Padre Creador. Todas las cosas llegaron a ser a través de él y sin él ninguna cosa existiría. En él esta la vida, y la vida es la luz del hombre. La luz brilla en la obscuridad, y la obscuridad no puede apagarla. Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, siendo lleno de gracia y de verdad. Yo te pido Amado Padre, en nombre de Jesucristo, quien vino a la Tierra como nuestro redentor, que me ayudes a cortar cualquier lazo que le dé acceso al enemigo en mi vida, y confío que la sanación que hoy te pido encontrará tu gracia en mi momento de prueba y necesidad. Y confirmo que tal gracia y misericordia no llega por mis obras, sino será otorgada en el nombre de Jesucristo.
En el nombre de Jesucristo y por su sangre derramada para la redención de la humanidad, a través los misterios de la encarnación, pasión, resurrección y asunción de nuestro señor Jesucristo, cualquier ser o espíritu debe retirarse de mi vida. Decido renunciar a cualquier conexión que haya traído a mi vida entidades y espíritus caídos. No los deseo en mi vida, ni en mi mente, ni en mi cuerpo, ni en mi alma, ni tampoco consiento su interferencia en mi vida.
Cualquier espíritu impuro debe salir de mi vida, en el nombre de Jesucristo.
Pido que Jesucristo sea mi Señor y Salvador, y confirmo que es a Jesucristo a quien le pertenezco. Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo lleguen a mi vida y permanezcan para siempre.
Altísimo Padre, ayúdame a quedar protegido/a en cuerpo, mente y espíritu. Vigila mi corazón, guía mis emociones y fortalece mi voluntad. Desvanece de mi alma las tentaciones del adversario. Amado Padre, en nombre de Jesucristo pido quedar protegido/a de cualquier interferencia y engaño, ya sea de espíritus impuros o de otras personas.
En tus manos amado Padre pongo mi liberación completa, pidiendo que sea guiado/a y llevado/a por tu mano.
Que bajo tu cuidado en el que hoy me pongo, amado Padre, la bondad y la paz de nuestro señor Jesucristo protejan el templo santo de nuestros cuerpos y mentes, como la morada de tu Espíritu Divino. Pido guía y orientación a través del Espíritu Santo, aceptando la redención ofrecida mediante nuestro Señor Jesucristo.
Amén.