¿Quiénes eran los Hijos de Dios, los Nefilim en Génesis 6? Explora cuatro diferentes teorías en este artículo.
Hace unos años, recién salidos de la nueva era, nos dedicamos a explorar las Escrituras, y en específico Génesis 6. Por alguna razón, Génesis 6 forma parte de las conspiraciones como lo son la tierra plana, la semilla de Caín, el efecto mandela y miles de otros temas que mezclan algunas verdades con aparatosas mentiras.
Anteriormente habíamos publicado un artículo y varios videos con las primeras 3 teorías que existen sobre Génesis 6, sin embargo, recientemente encontramos una cuarta interpretación que se basa en un punto de vista de un ministerio Norteamericano de personas que han estudiado ciencia y son cristianos (entre ellos están astrofísicos, biólogos, químicos) y que aunque es poco conocida, nos parece suficientemente interesante como para agregarla y que sea parte de la discusión.
Antes de entrar en el tema, es importante aclarar lo siguiente: no importa cual sea cualquiera de las 4 teorías por la que te inclines…finalmente, el proceso de salvación no se afecta ni cambia en nada. Sin importar cuál de estas teorías es la correcta, estando ahora bajo el nuevo pacto, el proceso para ser salvos es exactamente el mismo: nacer de nuevo en Cristo y recibirlo como salvador y redentor. Discutir este tipo de temas simplemente aumenta nuestro conocimiento de la Biblia y de la historia de la humanidad que en ella se narra.
¿Qué dice literalmente Génesis 6?
Génesis 6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
La maldad de los hombres
6 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
El primer elemento que vamos a analizar es relativo a la identidad de los “Hijos de Dios” citados en este texto.
Tradicionalmente en el cristianismo existen 3 teorías que se consideran “aceptables” aunque generan mucho debate, ya que no pueden ser todas ciertas al mismo tiempo:
Teoría 1: Génesis 6 dice que los Hijos de Dios eran ángeles caídos
La primer teoría (que es la que más se ha difundido en el cristianismo, aunque también es muy apoyada por nuevaeristas y gnósticos que citan el apócrifo Libro de Enoc) es que los Hijos de Dios eran ángeles caídos, seres de reinos espirituales que decidieron reproducirse con mujeres humanas, ya sea por lujuria, ya sea para contaminar a la raza humana. Esta teoría tiene mucho aval incluso por reconocidos sitios cristianos. Gran parte de ésta creencia se ha visto reforzada por el contenido del Libro de Enoc, el cual detalla la forma como un grupo de ángeles renegados bajaron a la tierra y se unieron sexualmente con mujeres humanas, dando nacimiento a hijos anormales (los nefilim) lo cual provocó la ira de Dios y el diluvio universal.
En relación a qué tan confiable es el libro de Enoc, tenemos publicado un video que podemos recomendarles donde se presenta una mesa redonda sobre este tema, pero en resumen, nuestro punto de vista es que el libro de Enoc NO es un material confiable:
Es de preocupar que el libro de Enoc ha sido avalado por personas tremendamente engañadas como Elizabeth Clare Prophet y Cony Mendez, lo cual nos lleva a cuestionarnos porqué esas personas atacan la Biblia, pero recomiendan ampliamente el libro de Enoc.
De ésta teoría sobre ángeles caídos se han desprendido una gran cantidad de personas que han usado tal teoría para hacer crecer un negocio muy rentable. Entre los de habla inglesa tenemos a Rob Skiba, a Tom Horn, a Steve Quayle, Zen García, LA Marzulli… quienes promueven sus libros y venta de CD´s sobre los gigantes y los nefilim, lo que les ha proporcionado un excelente medio de ingreso personal. Por el lado hispano, tenemos a incontables canales que se denominan Cristianos… por ejemplo el canal de Jesús Camino Verdad y Vida, así como al Dr. Armando Alducín, a Alexander Backman y a Alberto Canosa.
Estos autores incluso concluyen que los supuestos ángeles caídos en realidad eran extraterrestres que tuvieron sexo con las humanas. Esta idea no es nueva, ya que hay muchos autores sensacionalistas que buscan monetizar sus canales y vender libros al correlacionar los relatos Bíblicos con el tema de extraterrestres. Su fuente de ingresos se basa en el gusto de la gente por estos temas, por lo que ellos hablan de todo tipo de teorías de conspiración, como la tierra plana, el efecto mandela, los reptilianos, etc.
Puntos a considerar en la teoría de que los Hijos de Dios eran ángeles caídos
1.- ¿Podemos confiar en una doctrina que toma su base en un libro tan dudoso como el libro de Enoc?
2.- La Biblia indica claramente que los ángeles no se casan. ¿Cómo podría reproducirse un ser espiritual con un ser con cuerpo material? Los ángeles no son seres con un cuerpo similar al humano, la Biblia habla de los diferentes tipos de cuerpos en la creación, y el de los ángeles no está pensado para poder reproducirse. Y en todo caso, si esto fuese posible, ¿qué detiene a los ángeles caídos de volver a hacer lo mismo en tiempos actuales?
3.- Ya sabemos que los ángeles NO son extraterrestres y que NO vienen de otro planeta. Aunque es cierto que hay ángeles caídos buscando corromper la creación de Dios, su labor es más espiritual que física, ya que buscan que el humano se rebele contra su Creador por sí mismo, por su propia voluntad.
4.- Génesis dice que los gigantes estaban presentes en esos días (“en aquellos días, y también después”). No dice que los gigantes fueran resultado de estos matrimonios. ¿Podrían los gigantes ser un tipo diferente de homínido antiguo? ya hablaremos del tema de los homínidos antiguos más adelante.
5.- Si los ángeles caídos tomaron mujeres, la responsabilidad recaería solo en ellos, pero la Biblia deja clara la responsabilidad del humano en los juicios de Dios. ¿Qué culpa tendrían las mujeres humanas y todo el resto de la humanidad, para que todos mueran en el diluvio, si fueron los ángeles caídos los causantes? El texto Bíblico deja clara la maldad de los hombres (humanos), no la maldad de los ángeles supuestamente fornicadores.
Sin querer extendernos demasiado, consideramos importante compartirles nuestra experiencia mientras estuvimos en la nueva era al respecto de esta teoría y la forma como programó mentalmente y destruyó a muchas personas. Conocimos a varias chicas que decían de haber soñado constantemente tener hijos “híbridos” con extraterrestres, y pensaban que “ya estamos en los tiempos de Noé”. Y realmente se lo creían… de verdad era doloroso ver el nivel de sugestión de estas teorías. Incluso supimos de varios pseudo-Cristianos que venden sus terapias y que hablan de “madres modernas de nefilims”. Supuestamente bajo hipnosis determinaban si alguna persona que acudía a consulta con ellos tenía genes “nefilim” y lo peor es que afirmaban que los descendientes de los ángeles caídos no tienen redención, porque llevan “la sangre y el ADN de los ángeles caídos por sus venas”.
Personas como Doug Riggs, un “psiquiatra” que posa de Cristiano, lanzó una serie de seminarios y cursos con el tema de los nefilim, y ha sido expuesto en Estados Unidos como farsante, estafador y abusivo con las mujeres a las cuales en hipnosis indujo a pensar que eran abducidas o que tenían genes nefilim en su ADN.
Todo este tipo de doctrinas nos lleva también a la falsa doctrina de la semilla de Satán, o semilla de Caín, en la cual se dice que Satán tuvo sexo con Eva y de esa unión nació Caín. Esto está muy arraigado en doctrinas gnósticas. Puedes leer más del tema en este artículo:
Obviamente, NADA de lo anterior se confirma en la Biblia, por lo que podemos afirmar que todo esto son fantasías y cuentos que la gente se inventa para ganar dinero, y que desafortunadamente, terminan lastimando a muchas personas.
Teoría 2: Los Hijos de Dios eran humanos, descendientes de Seth
Como lo detalla la Biblia, Adán y Eva tuvieron dos hijos: Caín y Abel. Caín mató a Abel, y fue desterrado por Dios por el pecado de haber asesinado a su hermano.
Posteriormente, Adán y Eva tuvieron a Seth. Seth y su linaje se siguieron multiplicando, pero permanecían separados de la descendencia de Caín, y seguían fieles a Dios. Por su parte Caín también se multiplicó, pero su descendencia se alejó de Dios y entraron en adoración a dioses falsos.
Se dice entonces en ésta segunda teoría, que los Hijos de Dios (o sea la descendencia de Seth) no se mantuvieron leales, sino que al ver a las hijas de los hombres (las descendientes de Cain) las desearon y se unieron a ellas.
Debido a estas uniones que desagradaron a nuestro Creador, sucedió el diluvio, terminando de manera tajante con toda la humanidad, menos con Noé y su familia.
Puntos a considerar en la teoría de que los Hijos de Dios eran humanos descendientes de Seth
1.- Pese a que la Biblia advierte de no tener yugo desigual… ¿no sería un poco extremo que nuestro Creador mande un diluvio que arrase con todo debido a estas uniones? En la Biblia se citan ejemplos de matrimonios donde uno de los dos no era creyente, y pese a que se aconsejaba constantemente a no casarse con otras tribus, paganos o no creyentes, no hubo un castigo de esta magnitud. Incluso en algunos casos, hubo personas de otras tribus fueron adoptadas por los Hebreos. Como ejemplo tenemos a Rut, la moabita: Rut 1:16: Pero Rut respondió: —No me ruegues que te deje y que me aparte de ti; porque a dondequiera que tú vayas, yo iré; y dondequiera que tú vivas, yo viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
2.- La Biblia habla de matrimonios donde uno es creyente y el otro no lo es. El Apóstol Pablo invita al creyente a quedarse en el matrimonio si es que puede llegar a ser una buena influencia para el no creyente. Es preferible evitar el yugo desigual (sería lo ideal) pero si ya hubo matrimonio entre creyente y no creyente, el Apóstol deja abierta la posibilidad de que el creyente pueda ayudar a su pareja a llegar a Cristo. Por tanto, ¿tendría validez esta teoría de un castigo tan extremo por que los varones creyentes se unieran con mujeres no creyentes?
Teoría 3: Los Hijos de Dios eran humanos, reyes o gobernantes malvados
Sabemos que era muy común para antiguos gobernantes el reclamar que fueran dioses, o hijos de dioses, por lo que de acuerdo a esta teoría, el término “Hijos de Dios” podría estar hablando de estos gobernantes paganos.
Según esta teoría, los gobernantes paganos, que afirmaban ser divinos, tomaron cualquier mujer que querían por la fuerza. Eran tiranos, y estaban fuera de control. Dios limitó su tiempo de vida, para contener el mal en la tierra, pero incluso entonces, el mal y la violencia continuó y por ello Dios mandó el diluvio, salvando solo a Noé y su familia.
Puntos a considerar en la teoría de que los Hijos de Dios eran humanos, reyes o gobernantes malvados:
1.- Los mismos puntos que indicamos en la segunda teoría aplicarían aquí. Además, tiranos como estos siguieron apareciendo posteriormente a lo largo de la historia. Los podemos encontrar incluso en nuestros tiempos, así que el comportamiento abusivo de quienes se hacen del poder, más que una excepción, es una regla. La Biblia menciona puntos específicos que son de alta importancia para la humanidad, por lo cual habría que considerar si realmente ésta hubiese sido la causa del diluvio, porque de ser así, tendríamos diluvio permanente 😅
Teoría 4: Los Hijos de Dios eran los humanos dotados de almas divinas, las hijas de los hombres eran una “especie” diferente
Esta es una nueva teoría que de momento puede sonar como algo totalmente descabellado. Sin embargo, sus proponentes actuales, como ya lo comentamos, son personas que tienen estudios científicos y se han centrado en el área de la genética y la biología. Son científicos, pero no por serlo piensan que Biblia está peleada con la ciencia, sino por el contrario, afirman que la ciencia confirma a las Escrituras.
Son muy pocos los autores que están presentando esta interpretación de Génesis 6, la cual ha recibido rechazo por parte de estudiosos y pastores cristianos debido al temor de que esta teoría pudiera validar las doctrinas de la evolución de Darwin. Sin embargo, esta teoría no avala en nada la evolución, sino más bien explica el porqué de los hallazgos de fósiles de homínidos similares al humano actual, pero que conservaban características muy diferentes a nivel de pensamiento lógico, y eran parecidos a los simios y primates actuales. También han encontrado evidencias de una posible hibridación antinatural entre especies, lo que podría explicar lo narrado en Génesis 6.
Muchas personas creen que el humano moderno era el único tipo de “humano” existente en la antigüedad, e ignoran que existieron más de 14 tipos diferentes de “homínidos” y que algunos de ellos llegaron a coexistir con el humano moderno.
Vamos a detallar más a fondo esta teoría, porque de las otras tres ya existe mucho material, pero de esta cuarta no se tiene mucha información en línea, y mucho menos en español.
Explorando la teoría 4: diferentes especies de homínidos
De acuerdo con lo que se lee en Génesis 6, existe una diferenciación clara entre los Hijos de Dios y las hijas de los hombres. Muchas personas posiblemente no tienen conocimiento de la existencia en el mundo antiguo de diferentes especies de “hombres”, mejor dicho: “homínidos” bastante parecidos al humano moderno y cuyos cráneos y huesos, pinturas rupestres y armas de cacería han sido encontradas alrededor del mundo.
Los homínidos son una categoría que engloba especies en la cual también entra el humano moderno. El mismo nombre “homínido” hace referencia a la palabra “hombre” por sus características similares, es decir: seres con capacidad para andar sobre dos pies en posición erguida y dotados de inteligencia y habilidad manual. Se conoce como homínidos – miembros de la familia hominidae – a un conjunto de primates sin cola. Incluye 8 especies vivientes, tales como los humanos, los orangutanes, los gorilas, los chimpancés y los bonobos.
El orígen del término “homínido” tiene su origen en el Latín, ya que la palabra “homo” quiere decir “hombre”. Sin embargo, los científicos saben que estas especies son muy diferentes al humano moderno. Es decir, los llaman “homo/hombre” pero saben que no son la misma especie que el hombre moderno. Estos homínidos de mayor similitud al humano moderno actualmente ya se encuentran extintos. Un ejemplo de este tipo de homínidos serían los neandertales.
Con esto se pretende explicar que en el mundo antiguo existían otras especies de “hombres” u “homínidos” y que el término de “hijas de los hombres” podría estarse refiriendo precisamente a las hembras de estas especies que forman parte del mismo grupo o familia de homínidos, pero que ni son la misma especie de los humanos actuales, ni tampoco llevan en sí el espíritu de Dios.
Esta nueva teoría considera a los neandertales (y otros homínidos) como criaturas creadas por Dios, sin ninguna conexión evolutiva con los humanos modernos. Estas extraordinarias criaturas caminaban erguidas y poseían cierto nivel de inteligencia, lo que les permitía improvisar herramientas e incluso adoptar un nivel de “cultura”. Sin embargo, tales homínidos no eran seres espirituales hechos a imagen de Dios. Este estatus exclusivamente aplica para la especie que hoy representa a los humanos modernos.
Según esta teoría, existirán similitudes biológicas entre los homínidos y los humanos modernos en diversos grados. En este sentido, las similitudes biológicas reflejan diseños compartidos, no una ascendencia evolutiva compartida.
También se pueden esperar diferencias biológicas porque los homínidos pertenecerían a grupos biológicos diferentes de los humanos modernos. Además, existirían diferencias cognitivas significativas entre los humanos modernos y los demás homínidos. Estas diferencias se reflejarían en la anatomía y el comportamiento del cerebro (inferido del registro arqueológico). Estas diferencias reflejan la presencia única de la imagen de Dios en los humanos modernos y la ausencia de la imagen de Dios en los homínidos.
De acuerdo con esta teoría propuesta por varios biólogos y genetistas cristianos, los Hijos de Dios eran los humanos descendientes de Adán y Eva, quienes tenían un alma proveniente directamente de Dios, al ser exhalada sobre Adán, y siendo esta alma a su imagen y semejanza, a diferencia de los otros seres de la creación. En el relato Bíblico, Dios exhala vida en Adán, otorgándole un alma a su imagen y semejanza. Posteriormente, de la costilla de Adán, Dios crea a Eva, lo cual infiere que Eva era una extensión directa de la primera creación que es Adán, y ambos comparten un alma divina, que proviene de Dios y que es a su imagen y semejanza.
Adán obtiene su autoridad como primer humano creado a imagen y semejanza de Dios, por recibir un alma divina que Dios le otorgó, y de él derivó Eva y posteriormente, todas las demás almas que son los descendientes de Adán y Eva. Por ello en la Biblia se deja claro el lugar de autoridad de Adán y su responsabilidad al ser el primer humano creado. Esta misma responsabilidad como representante de los “Hijos de Dios” explica el porqué el pecado de Adán se sigue aplicando sobre todos nosotros, sus descendientes, ya que todas las generaciones desde Adán provienen de esa misma alma, y heredamos su naturaleza desobediente y pecaminosa.
Una explicación sobre las diferencias entre las almas
En este punto es importante hacer una breve aclaración sobre la diferenciación de las almas en la creación terrenal.
Las almas de los humanos actuales, descendientes de Adán y Eva, provienen del Creador a su imagen y semejanza, cuentan con conocimiento del bien y del mal y una mayor capacidad mental, así como capacidades más complejas de pensamiento. Nadie puede negar que el humano es mucho más inteligente que el resto de los seres de la creación, por lo cual el Creador le entregó el dominio al humano como responsable sobre la tierra y sobre los demás seres vivos.
Por otro lado, el alma del animal se expresa mediante sus emociones, voluntad e instinto. El alma de un animal, a diferencia de la nuestra, es totalmente terrenal, porque perece con el animal tras su muerte física (Eclesiastés 3:21). Nuestra alma transciende a la muerte física gracias al espíritu que recibimos por el hálito de Dios en el momento de la creación (Génesis 2:7). Los animales, al carecer de espíritu, no poseen la capacidad de reconocer y adorar a su Creador (Juan 4:24). Apenas tienen conciencia de su existencia.
El alma humana opera en cuatro niveles distintos, los últimos dos muy independientes de la materia: nivel biológico, sensitivo, intelectual y moral. En cambio, el alma animal opera solamente a nivel biológico y sensitivo.
1 Corintios 15:39-58
39 No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.
De acuerdo a los genetistas en los cuales basamos este estudio, nuestra forma física comienza en la concepción con la recombinación del material genético de nuestros padres y termina con la muerte. (Nota: esto no le va a gustar a los progres y las abortistas, pero lo están diciendo los científicos. Al parecer por fin los científicos nos entienden a los cristianos cuando se topan con la necedad de los grupos progres que quieren negar la ciencia, porque va en contra de sus ideologías 🙄).
Aunque las Escrituras hablan de una resurrección corporal, es una versión glorificada que no requiere la reformulación de las mismas moléculas dispersadas en la muerte. A fin de existir más allá de la tumba, para tener una relación continua con Dios, y experimentar la recompensa o el castigo eterno, tiene que haber una característica fundamental de cada individuo que no está sujeta a las leyes de la naturaleza y continúa cuando cesa la vida física. Si definimos esta característica como el alma, entonces su existencia y su origen no es algo que se pueda desmenuzar por el método científico.
Algunos expertos podrían rebatir diciendo que los homínidos como los neandertales, aunque no mostraban el nivel de raciocinio humano, exhibieron comportamientos que mostraban una comprensión de la vida después de la muerte, como por ejemplo adornar y enterrar a sus muertos. Explicar esto requiere una comprensión de lo que se entiende por “conducta anímica”.
Actualmente ciertas especies de animales se les conoce como criaturas anímicas, lo que significa que poseen algún grado de capacidad de toma de decisiones y conciencia que va más allá del simple instinto. ¡Seguramente los dueños de mascotas pueden avalar esto! Las características pueden incluir lealtad, afecto, placer, emoción, curiosidad, tristeza o una medida de autoconciencia. Aunque el comportamiento de los animales pudiera asemejarse en algunas cosas al del humano, ellos carecen de un alma a la imagen y semejanza del Creador, y no son conscientes del bien ni del mal, por lo cual no son sujetos a la recompensa eterna o al castigo después de la muerte.
Cuando la Biblia habla de ser creados a imagen de Dios, no es una apariencia, sino la posesión de características que permiten a los seres humanos ser representantes relacionales de Dios en esta tierra.
Como criaturas que carecen de este tipo de alma, los homínidos que vivían en la época de Adán y Eva bien pudieron haber tenido comportamientos que eran mucho más anímicos que los de los primates más avanzados de hoy, pero seguirían sin tener un alma a imagen y semejanza de Dios.
¿Cómo se transmite el alma de padres a hijos?
Este tema también podría dar lugar a la pregunta sobre cómo se transmite el alma, y en nuestro caso como humanos, la imagen de Dios.
Es importante considerar los dos modelos teológicos más destacados desde la perspectiva de la fe cristiana histórica. Está claro que la Biblia pone mucho énfasis en las genealogías, porque son importantes, y en Génesis 5 podemos confirmar que la imagen de Dios (junto con las consecuencias del pecado de Adán) han sido transmitidas a los descendientes de Adán y Eva. ¿Cómo ocurre funcionalmente esta transmisión como portadores de la imagen de Dios?
Un punto de vista, llamado traducianismo, sostiene que cada individuo hereda el aspecto inmaterial de su ser, su espíritu o alma, por así decirlo, de ambos padres, y las almas de sus padres se fusionan para producir una nueva alma. Esta herencia espiritual tiene una analogía con la herencia biológica en la que cada individuo deriva de manera única sus características físicas de ambos padres a través de una “mezcla” de su material genético. En el traducianismo, solo Adán y Eva poseen las almas originales que fueron creadas directamente por Dios, y de estas almas, todos sus descendientes provienen, por lo cual heredan un alma divina.
Otro punto de vista, el creacionismo, explica el origen del alma o espíritu de cada persona como producto de la actividad directa de Dios. Así como Dios creó las almas de Adán y Eva, también crea el aspecto inmaterial de cada persona individualmente, presumiblemente en el momento de su concepción.
Sin importar cualquiera de los dos puntos de vista, ambos concuerdan en el origen divino del alma humana, a imagen y semejanza de su Creador.
Grupos de homínidos del mundo antiguo
La existencia de grupos de homínidos antiguos ha sido la base para muchos científicos que intentan desacreditar a la Biblia. Estos científicos tratan de validar la teoría de la evolución e imponer la idea de que los humanos actuales son el fruto de miles de años de evolución por parte de homínidos como lo eran los neandertales. Según ellos, la aparición de fósiles y cráneos de este tipo de homínidos confirma que los humanos actuales provienen de la evolución de un grupo particular entre estos homínidos, pero no pueden explicar porqué otros primates no han desarrollado la misma capacidad cognitiva del humano si se trata de ir evolucionando, y tampoco han podido explicar a ciencia cierta la razón exacta de la extinción de esos grupos de homínidos arcaicos, dejando solamente al humano actual.
Actualmente existe una controversia considerable sobre la aparente incapacidad para reconciliar el registro fósil con una primera pareja humana genuina y un primer acto de desobediencia contra Dios.
Sin embargo, si analizamos las posibilidades bajo el modelo creacionista, podemos inferir que Dios creó a una pareja a su imagen y semejanza, dotándolos de almas divinas y separándolos espiritual, relacional y cognitivamente de los animales y de sus contemporáneos biológicamente similares, es decir, otros homínidos. Este modelo, aunque suene a fantasía, tiene suficiente plausibilidad para una consideración seria.
Las diversas especies de homínidos, como por ejemplo los los neandertales, fueron criaturas creadas por Dios que existieron durante un tiempo y se extinguieron. Estas criaturas tenían inteligencia y capacidad emocional (como la mayoría de los mamíferos) lo que les permitió establecer una cultura. Sin embargo, a diferencia de los humanos modernos, estas criaturas no tienen en sus almas la imagen de Dios. En consecuencia, eran cognitivamente inferiores a los humanos modernos, y estaban más en la misma línea que los grandes simios: criaturas inteligentes y fascinantes por derecho propio, que comparten algunos atributos biológicos y de comportamiento con los humanos modernos (lo que refleja un diseño común). Sin embargo, nadie confundiría a un gran simio con un humano moderno debido a distinciones biológicas clave y, lo que es más importante, debido a profundas diferencias cognitivas y de comportamiento.
Por una variedad de razones, algunos apologistas cristianos y defensores del Diseño Inteligente clasifican a los neandertales y a los humanos modernos en un solo grupo, argumentando que los dos son equivalentes. Pero los estudios que comparan los perfiles de regulación génica dificultan mantener esa perspectiva. De hecho, los mismos científicos aclaran que los neandertales NO eran la misma especie que los humanos modernos.
¿Porqué sería el humano moderno diferente a los homínidos antiguos?
Muchos estudios arqueológicos afirman la singularidad humana. Estos estudios indican que los seres humanos poseen un conjunto de características que nos distinguen de todos los demás homínidos. Otros estudios han identificado diferencias clave entre los cerebros de los humanos modernos y los neandertales. Una diferencia clave se relaciona con la forma del cráneo. Los neandertales (y otros homínidos) poseían un cráneo alargado. En contraposición, la forma de nuestro cráneo es globular. La globularidad permite la expansión del lóbulo parietal. Esto es significativo porque un lóbulo parietal expandido explica una serie de características humanas únicas:
- Percepción de estímulos
- Transformación sensoriomotora (que juega un papel en la planificación)
- Integración visuoespacial (que proporciona coordinación ojo-mano)
- Imaginación
- Conciencia de sí mismo
- Memoria a largo plazo
La ciencia ha encontrado que, por ejemplo, los neandertales, los denisovanos y los chimpancés comparten versiones idénticas de tres proteínas: KIF18A, KNL1, y SPAG5 Por otro lado, las versiones humanas modernas son únicas. Los genes que codifican estas tres proteínas se expresan en niveles elevados en el neocórtex en desarrollo. (Esta región del cerebro es exclusiva de los mamíferos y es el asiento de la función sensorial y motora). La neocorteza es significativamente más grande en los humanos modernos que en los grandes simios y muchos de los homínidos antiguos encontrados en el registro fósil.
Estas cualidades científicas se conectan con la imagen de Dios. Los humanos somos únicos y excepcionales porque solo nosotros hemos sido creados a imagen de Dios, pese a que para muchos otros, la perspectiva cristiana sobre la naturaleza humana es impopular y ofensiva. ¿Quiénes somos para reclamar algún tipo de estatus especial? Insisten en que los humanos no somos verdaderamente únicos y excepcionales, que no somos fundamentalmente diferentes de otras criaturas. Este argumento fue usado por ejemplo, por Ted Bundy, uno de los peores asesinos en serie, quien decía que los humanos no eramos diferentes a otros animales a los cuales cazamos por deporte, por lo cual él no veía problema en “cazar humanos”. (Puedes leer más sobre este tema en este artículo:
A pesar de este desafío generalizado y popular al excepcionalismo humano (y al concepto de la imagen de Dios) existe una creciente evidencia de que los seres humanos se diferencian de todas las criaturas existentes (como los grandes simios) y los homínidos extintos (como los neandertales). Esta creciente evidencia se puede reunir para presentar un caso científico de que, como seres humanos, somos portadores de una imagen divina.
Por ejemplo, los neandertales y los humanos modernos muestran diferencias significativas en el desarrollo: Los neandertales, por ejemplo, pasaron un tiempo mínimo en la adolescencia en comparación con los humanos modernos. Los dos homínidos también exhiben diferencias genéticas significativas (que incluyen diferencias en los patrones de expresión genética) sobre todo en los genes que desempeñan un papel en el desarrollo cognitivo. Lo más crítico es que los humanos modernos y los neandertales muestran diferencias de comportamiento significativas que se derivan de diferencias sustanciales en la capacidad cognitiva.
Diferencias anatómicas entre cráneos humanos y neandertales. Crédito de la imagen: Wikipedia.
Además, los neandertales poseían un diseño de cuerpo musculoso con grandes ojos que les permitían cazar en la oscuridad. El registro arqueológico confirma que la vida de los neandertales era todo menos pacífica. Eran hábiles cazadores, usaban lanzas para derribar ciervos, cabras montesas, alces, bisontes e incluso rinocerontes y mamuts. Los neandertales eran agresivos, mucho más basados en el instinto animal, muy territoriales y peligrosos guerreros, y en ocasiones practicaban el canibalismo.
Los neandertales probablemente tenían ventajas tácticas y estratégicas. Habían ocupado el Medio Oriente durante milenios, sin duda adquiriendo un conocimiento íntimo del terreno, las estaciones y cómo vivir de las plantas y animales nativos. En la batalla, sus cuerpos masivos y musculosos deben haberlos convertido en luchadores devastadores en el combate cuerpo a cuerpo. Sus enormes ojos probablemente les dieron a los neandertales una visión superior en la penumbra, permitiéndoles maniobrar en la oscuridad para emboscadas y ataques al amanecer.
Se necesitaron muchas guerras y muchos años para poder conquistar las tierras neandertales. En Israel y Grecia, el humano actual ganó terreno solo para retroceder contra las contraofensivas neandertales, antes de que una ofensiva final del humano moderno los eliminara.
Híbridos y uniones con carne extraña
De acuerdo con esta nueva teoría, hubo un momento en que la población de los Hijos de Dios, descendientes de Adán y Eva, los humanos modernos con almas a imagen y semejanza de Dios, se encontraron con otra raza de homínidos, quienes no eran Hijos de Dios, es decir, no tenían un alma divina, sino animal, y se reprodujeron con las hembras de ese grupo, lo cual fue visto como una abominación por nuestro Creador.
La ciencia claramente ha confirmado la existencia de otros grupos de homínidos que llegaron a coexistir en el mismo tiempo junto con lo que denominan como “humano moderno” y quienes claramente no eran la misma especie que el humano, ni contaban con la misma inteligencia y consciencia.
Muchos podrían preguntarse cómo podrían haberse reproducido, si eran dos especies diferentes. Recordemos que dentro de un mismo grupo pueden darse reproducciones de dos especies diferentes, por ejemplo el caballo y el burro, el tigre y el león, el coyote y el lobo… puedes encontrar muchísimos ejemplos de híbridos entre especies genéticamente similares de animales.
Sabemos que nuestro Creador llama “abominación” a cualquier cosa que va en contra de la naturaleza. Se le ha llamado abominación al homosexualismo, y aunque esta expresión puede sonar ofensiva a muchos, simplemente define una práctica que va en contra de lo que dicta la naturaleza, en contra de lo que naturalmente es el funcionamiento de la sexualidad humana. Así mismo, el transexualismo puede ser considerado una abominación por los mismos motivos: va en contra de lo que naturalmente es el cuerpo de una persona al nacer. Dentro de la inmoralidad sexual se encuentra también el bestialismo, o las relaciones sexuales de humanos con animales. Todo esto entra dentro de la inmoralidad sexual, las perversiones o cualquier práctica que genere confusión.
El bestialismo o zoofilia en el Antiguo Testamento
Existen muchas menciones particularmente en el Antiguo Testamento sobre el bestialismo, lo cual nos da a entender que ya era una práctica conocida. Veamos algunos de ellos:
Éxodo 22:19 dice: Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.
Levítico 18:22-23 No te echarás con varón como con mujer: es abominación. Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él: es confusión.
Levítico 20:15-16 ordena: Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia. Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.
Deuteronomio 27:21 concuerda: Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia.
A partir de estos versículos, queda muy claro que, según la Biblia, la bestialidad es un pecado por ser antinatural, y como veremos más adelante, existen también razones genéticas de peso.
Pensemos por un momento si los humanos descendientes de Adán y Eva, e identificados como Hijos de Dios por tener un alma divina, se hubiesen reproducido con otros homínidos… dando como resultado mutaciones genéticas y generando híbridos de mayor fuerza, o altura o agresividad… tal como se describe a los Nefilim.
Un tipo de hibridación antinatural como esta ameritaría lo que sucedió en el diluvio, donde el Creador decidió acabar con todo, exceptuando a Noé y su familia. La clave de porqué Noé fue salvado por el Creador queda clara en Génesis 6-9: Era un hombre justo y perfecto en sus generaciones. El plan de redención explicado en la Biblia deja claro que el redentor vendría del linaje de Adán y Eva, y debería ser un linaje puro, es decir, de descendientes de Adán y Eva.
La preservación de material orgánico de algunos restos de neandertales ha permitido los análisis genéticos, con la conclusión que los neandertales eran distintos de los humanos modernos. Sin embargo, las comparaciones del ADN de fósiles y restos antiguos sugieren que un cierto mestizaje limitado tomó lugar entre algunas poblaciones de homínidos y el Homo sapiens en la antigüedad. De acuerdo con las teorías de estos científicos, después de ser removidos del Edén, un limitado (y prohibido) mestizaje tuvo lugar entre la progenie de Adán y Eva y otros grupos de homínidos más lejanamente relacionados, lo que resultó en una descendencia con características únicas, denominados Nefilim.
Así mismo, los investigadores sostuvieron que la posibilidad de que se haya producido un número limitado de cruces entre humanos y homínidos antiguos ocurrió en el Oriente Medio, justo cuando se empezaron a dar las migraciones por todo el mundo.
¿Podrían procrear estas dos especies diferentes?
Debido a que el concepto de especie biológica define una especie como una población que puede “cruzarse” entre ellos, algunas personas argumentan que los humanos modernos y los neandertales deben pertenecer a la misma especie. Esta perspectiva es común entre los creacionistas de la tierra joven que ven a los neandertales como un subconjunto de la humanidad. Este argumento no tiene en cuenta el fenómeno de la hibridación. Se sabe que los mamíferos que pertenecen a especies separadas se cruzan y producen crías viables, incluso fértiles, llamadas híbridos. Aunque leones y tigres en cautiverio se han cruzado con éxito, ambos animales progenitores siguen considerándose especies separadas. Por tanto, se consideraría como hibridación cualquier posible mestizaje que tuvo lugar entre los humanos modernos y los homínidos antiguos.
Otro elemento interesante y que cuadra con el relato Bíblico es la forma como tales uniones sexuales pudieron producirse y los resultados de las mismas. De acuerdo con estudios científicos, los expertos dicen que un homínido masculino reproduciéndose con una mujer humana no daría frutos, es decir, terminaría en un aborto espontáneo, ya que el sistema inmune de la mujer humana rechazaría la implantación del embrión. El cromosoma Y de los neandertales por ejemplo, no era compatible al 100% con el cromosoma Y del humano moderno, y podría acarrear mutaciones dañinas para el humano moderno. Por tanto, la mayoría de estas reproducciones terminaría provocando el aborto espontáneo. Como señala el genetista David Reich, “los humanos modernos y los neandertales estaban al borde de la compatibilidad biológica”.
Sin embargo, de acuerdo a los científicos, la unión sexual entre un hombre humano con una homínida hembra sí podría terminar en un embarazo viable. Según esta teoría, el pasaje de Génesis 6 implica a varones humanos hijos de Dios desobedeciendo las reglas dadas por Dios, dejando de lado a sus mujeres y reproduciéndose con hembras homínidas (hijas de los hombres) lo cual tiene sentido según la explicación científica de que tales uniones sí hubieran podido engendrar hijos. Y por la forma como el Antiguo Testamento hace énfasis en lo prohibido de tales uniones, y conociendo nuestra naturaleza humana pecaminosa, no es difícil imaginar que los humanos en su lujuria hayan tenido relaciones con otra especie parecida a ellos.
Los restos encontrados por arqueólogos muestran que el tiempo en que los humanos modernos se encontraron con los homínidos antiguos estuvieron llenos de violencia, guerra, muerte en ambos lados, finalmente donde el humano moderno tuvo la ventaja, terminando con los grupos de homínidos antiguos, y sus descendientes siendo “absorbidos genéticamente” para terminar extintos.
Es interesante que Génesis 6:1–2 describa a los Nefilim como la descendencia del mestizaje entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres. Si bien este es un pasaje extremadamente difícil de interpretar, está claro que los humanos modernos, los descendientes de Adán y Eva, se “cruzaron” fuera de su linaje y desagradaron a Dios.
El acto que condujo al mestizaje y a la creación de los Nefilim no debería sorprendernos. Suena totalmente como algo que nosotros los humanos hubiéramos podido hacer. Como resultado de la caída, tenemos una naturaleza depravada. La consecuencia de esta depravación llegó a cierto punto justo antes del diluvio. Génesis 6:5 relata: “Jehová vio cuán grande había llegado a ser la maldad de la raza humana sobre la tierra, y que toda inclinación de los pensamientos del corazón humano era solamente para el mal todo el tiempo”. Uno podría imaginar fácilmente que debido a esta maldad, los humanos podrían haber ignorado las reglas que Dios había establecido para guardar orden en su creación y hacer exactamente lo que se les diera en gana (suena mucho como los tiempos actuales, lamentablemente).
Levítico 18:23 también da cabida a la posibilidad de que los humanos modernos se cruzaran con otros homínidos. Este pasaje condena y prohíbe la bestialidad. Dada la propensión de la humanidad a tener relaciones sexuales con animales, no sorprende que los humanos se cruzaran con criaturas que se parecieran mucho más a los humanos.
¿Porqué ésta nueva teoría NO avala la teoría de la evolución?
En lugar de reflejar una ascendencia evolutiva compartida, dentro del marco de un modelo de creación, la capacidad de mestizaje es una consecuencia de los diseños biológicos compartidos por los humanos modernos y los homínidos antiguos.
Los humanos modernos forman un grupo distinto, aislado de los grupos formados, por ejemplo, por los neandertales. No hay especímenes globulares intermedios entre humanos arcaicos y modernos, como sería de esperar si este rasgo evolucionara, lo que comúnmente llaman el “eslabón perdido”, que demostraría el paso entre un homínido antiguo y un humano moderno.
El creacionismo genético ve a los seres humanos como cognitivamente superiores y distintos de otros homínidos, y postula que los seres humanos poseen de manera única una cualidad llamada “imagen de Dios” que se manifiesta como excepcionalidad en el humano.
Las características biológicas compartidas entre homínidos representan un diseño común lo cual es tradición dentro de la historia de la biología. Antes de Charles Darwin, científicos como el preeminente biólogo Sir Richard Owen, consideraban rutinariamente los sistemas homólogos como manifestaciones de diseños de un Creador. El modelo seguido por estos científicos cristianos incorpora las ideas de Owen y las aplica a las características biológicas que los humanos modernos comparten con otras criaturas, incluidos los homínidos antiguos.
En un modelo de creación, se esperan similitudes en el ADN con otros primates debido a un “diseñador común” en lugar de un ancestro común. Dios usó una arquitectura genética similar para funciones similares.
Si lo queremos explicar de una forma más práctica, es como si nuestro Creador haya hecho “patrones” (como los patrones de costura). Un patrón para los homínidos, uno para los felinos, otro para los caninos, etc. Finalmente las especies son “patrones” de la creación de un Creador inteligente.
Las similitudes biológicas reflejan diseños compartidos, no una ascendencia evolutiva compartida. También encontramos diferencias biológicas, porque los homínidos pertenecen a grupos biológicos diferentes de los humanos modernos.
También sabemos que existen diferencias cognitivas significativas entre los humanos modernos y los otros homínidos. Estas diferencias se reflejarían en la anatomía y el comportamiento del cerebro (inferido del registro arqueológico). Estas diferencias reflejan la ausencia de la imagen de Dios en los homínidos. Las diferencias en la regulación de genes entre los humanos modernos y los neandertales parecen explicar las diferencias anatómicas observadas entre los neandertales y los humanos modernos observadas a partir de restos fósiles.
A nivel de creación, el concepto de materiales terrestres no vivos dando paso a la vida compleja es enteramente consistente con lo que se nos habla de la interacción de Dios con su creación. En el relato de la creación, Dios habló a la tierra y le mandó que produjera seres vivientes, y obedeció (Génesis 1:24). Es significativo que no se hace ninguna distinción en el material de origen para Adán. Génesis 2:7 nos dice que Adán fue hecho de las mismas materias primas que los animales: del polvo de la tierra. Por ello, humanos y animales compartimos material genético, pero la diferencia entre nosotros y ellos, es a nivel espiritual y del origen de nuestra alma.
Puntos a considerar en la teoría de que los Hijos de Dios eran los humanos dotados de almas divinas, las hijas de los hombres eran una “especie” diferente
1.- Pese a que se ha demostrado la existencia de homínidos diferentes al humano moderno, mucha de la información proveniente de la ciencia y la arqueología todavía se contradice constantemente. Simplemente en la datación de los fósiles, los científicos y arqueólogos se pelean todo el tiempo al intentar datar cualquier fósil encontrado. Ya que esta teoría utiliza mucha de la información científica, está igualmente expuesta a este tipo de debates. No es raro que los paleoantropólogos a menudo estén en desacuerdo sobre cómo se deben clasificar los diferentes fósiles de homínidos.
2.- Los únicos homínidos actuales que comparten grupo biológico con el humano moderno no son de mucha ayuda para dilucidar más sobre esta teoría, ya que no son tan similares al humano. Desconocemos mucho sobre cómo eran los homínidos antiguos más similares biológicamente al humano y sus comportamientos, sin embargo es interesante notar que todos y cada uno de estos tipos de homínidos terminaron extinguiéndose… tal vez esto fue precisamente un plan divino para evitar hibridaciones como las que pudieron haber sucedido en tiempos antiguos de acuerdo a lo que dice esta teoría.
3.- Existe una amplia resistencia y confusión por parte de los Cristianos al respecto de este tema. Algunos han integrado a todos esos homínidos antiguos bajo el mismo grupo del humano actual a fin de evitarse complicaciones, pero esto no es correcto, como ya se explicó. Otros temen que esta teoría esté insinuando algún tipo de evolución, cuando en realidad, no es así, sino por el contrario, la contradice diciendo que compartir elementos genéticos con otras especies no es por evolución de un mismo antepasado, sino por tener el mismo “patrón o diseño” de creación por parte de un creador inteligente. Aún así, existe mucha resistencia a buscar un término medio entre los hallazgos científicos y las Escrituras, lo cual no debería ser, ya que los científicos han estado confirmando (a veces muy a su pesar, pues muchos son ateos) que lo narrado en la Biblia es histórico y no son fábulas.
4.- Algunos exponentes cristianos como William Lane Craig han intentado integrar la ciencia con el cristianismo, y lamentablemente han caído en la justificación del evolucionismo. Para reconciliar una historia evolutiva humana con el relato bíblico de la creación de la humanidad, Craig primero argumenta que Génesis 1–11 pertenece a un género llamado mito-historia, un relato mítico de nuestros orígenes que no debe entenderse literalmente. Aún así, según Craig, esta porción de las Escrituras hace referencia a figuras históricas reales, incluido Adán. Por lo tanto, Craig piensa que Génesis 1–11 es una historia mitológica. Craig luego dirige su atención a la evidencia científica. Busca ubicar a Adán en la historia evolutiva y concluye provisionalmente que Adán (y Eva) vivieron hace entre 750.000 y 1.000.000 de años como miembro de la especie de homínidos Homo heidelbergensis, además de considerar a los Neandertales ser lo mismo que los humanos modernos. Lamentablemente, Craig en su intento por integrar ciencia y Escrituras, ha caído en interpretaciones donde considera ciertos relatos como mitos, y considera como factibles las doctrinas de la evolución.
5.- Ya como punto más “de chill”, habría que evaluar si las homínidas hembras eran realmente “hermosas”, ya que el texto Bíblico lo implica… 😅 al parecer las neandertales hembras tenían ojos claros, para los que les gustan las güeras…
Hijos de Dios: ¿humanos o ángeles?
Mucho se discute en la Biblia sobre el término de “Hijos de Dios” y su correcta interpretación. Hay personas que lo traducen como “ángeles”, es decir seres que no son humanos, sino espíritus al servicio del Creador. Sin embargo, otras personas dicen que los hijos de Dios son los humanos, ya que en otras partes de la Biblia se da a entender que Dios nos adopta en su familia y nos da la potestad de ser llamados “Hijos de Dios”.
Romanos 8:14-32: Porque los hijos de Dios son todos aquellos que son guiados por el Espíritu de Dios. Pues ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Si consideramos que la traducción de “Hijos de Dios” fuese realmente los descendientes de Adán y Eva que tenían un alma divina a imagen y semejanza de Dios (incluyendo las almas de los humanos ya fallecidos) podríamos dar una nueva lectura a ciertos pasajes espinosos que generan debate entre los estudiosos. Por ejemplo, los siguientes:
Judas 1:5 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
En el versículo 6 se usa la palabra ángeles, sin embargo, si cambiamos la palabra ángeles por Hijos de Dios como los humanos descendientes de Adán y Eva, creados con alma divina, podemos ver que se correlaciona con el juicio sobre Sodoma y Gomorra, ya que se está estableciendo un comparativo, mencionando que hicieron cosas contra naturaleza y no guardaron su dignidad. Vuelve a leer el pasaje pero cambia la palabra ángeles por descendientes de Adán y Eva, y nota cómo puede cuadrar perfectamente.
También es importante analizar el versículo 7, ya que algunas traducciones difieren en ciertos términos:
como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, a semejanza de aquellos, puesto que ellas se corrompieron y siguieron carne extraña, son exhibidas como ejemplo al sufrir el castigo del fuego eterno.
Valdría la pena preguntarnos qué significa exactamente el término de “carne extraña”. Muchos teólogos afirman que esto se refiere a la homosexualidad, la cual efectivamente va contra la naturaleza (esto es ciencia, para quienes se enojen… simplemente va en contra de la forma como de manera natural debería funcionar la sexualidad humana). Sin embargo, “carne extraña” también podría aplicarse a la reproducción no autorizada con otra especie de “carne” que no era parte de la herencia como Hijos de Dios. No podemos descartar que este fue un micro juicio sobre estas ciudades, similar a lo ocurrido en mayor medida con el diluvio, y que nuevamente Dios saca de allí a Lot, quien era sobrino de Abraham, antes de ejecutar la destrucción. Veamos otro ejemplo:
2 Pedro 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio;
5 y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos;
6 y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente,
7 y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados
Si de nuevo cambiamos la palabra “ángeles” e interpretamos como Hijos de Dios a los “humanos” que pecaron en el versículo 4, podríamos deducir que Dios no perdonó a los humanos que fueron la causa de pecado en el mundo antiguo, en concordancia con Génesis 6, lo cual está en este pasaje Bíblico conectado con el diluvio y Noé, e incluso menciona la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Bajo esta misma óptica, el Apóstol Pedro también dice:
1 Pedro 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.
Mismo caso si consideramos que los espíritus encarcelados eran los espíritus de los Hijos de Dios (humanos) que pecaron en Génesis 6. Estas almas fueron enviadas a Sheol, donde todas las almas iban antes de la venida de Cristo.
Sea cual sea que haya sido el pecado, queda claro que un juicio de Dios se ejerció sobre aquellos que fueron desobedientes.
No es la intención de este artículo generar debates de si “Hijos de Dios” en la Biblia son ángeles o humanos en cada uno de estos pasajes en específico y en otros pasajes en general. Es posible que este término se usara de manera intercambiable. Pero lo que sí queríamos es dar otra opción dentro de las interpretaciones de estos pasajes, en base a este estudio sobre el significado de Génesis 6, el cual puede dar respuestas incluso a los hallazgos de los científicos, los que han hecho que muchas personas cuestionen a Génesis y crean más en evolucionismo y teorías ateas presentadas por varios científicos.
Conclusiones
El primer punto en el que queremos hacer mucho énfasis es el siguiente:
La salvación no tiene nada que ver con la genética, los razgos físicos, o el origen de una persona. La salvación está disponible para todos, siempre y cuando entreguen su vida a Cristo y nazcan de nuevo. Este nacimiento no es de la carne, es decir, no tiene nada que ver con lo genético, sino del espíritu, y seremos adoptados en la familia de Dios, porque es una familia espiritual. Al morir, dejamos atrás nuestro cuerpo, con todas sus herencias biológicas, con todas sus inclinaciones genéticas, para ser espíritu y ser parte de la familia de Dios.
Poseemos un alma y una relación con nuestro Creador, no en virtud del ADN físico transmitido por nuestro antepasados, sino por la divina voluntad de Dios y por el alma que nos ha sido transmitida desde Adán y Eva como primeros humanos con almas divinas.
Nuestra intención en este artículo es la siguiente:
1.- Ahondar en las diferentes teorías para explicar Génesis 6, lo cual no es algo que sea relevante en sí para la salvación, pero nos ayudaría no solo a entender mejor la Biblia, sino incluso poder defenderla ante personas que están confundidas por los hallazgos científicos y las doctrinas evolucionistas y ateas.
2.- Compartir la cuarta y más nueva teoría, basada en lo expuesto en años más recientes por genetistas, biólogos y científicos que iniciaron como ateos y ahora son cristianos, y que le han dado validez a la Biblia y han encontrado elementos que podrían corroborar los relatos sobre el mundo antiguo con los descubrimientos de ADN y de fósiles. Esto ayudaría al Cristiano a poder responder a la ciencia atea y evolucionista, y comprobar, nuevamente, que lo que apenas estamos descubriendo, ya estaba escrito desde hace miles de años en base al creacionismo.
Nuestro Creador tuvo sus razones para ejecutar un juicio tan radical como lo narrado en Génesis 6, y en cierta menor medida pero similar en Sodoma y Gomorra. Siendo el Creador, tal como lo es por ejemplo el constructor de un electrodoméstico que deja un manual de utilización para el cuidado y manejo óptimo de sus artefactos, siempre hay una razón para decir: “no hagas esto” “mejor haz esto”. En los artefactos, no seguir las regulaciones del manual implica descomposturas, mal funcionamiento o hasta un corto circuito que pueda causar daños o la muerte. Igual pasa en la Biblia: están las recomendaciones de cómo los humanos deben actuar y vivir para “funcionar” mejor, ser sanos, ser más prósperos y mantener una relación con Dios. Romper las reglas es como incumplir la garantía de un aparato: puede terminar muy mal. Quienes creen que Dios es tirano por establecer control y reglas, no los vemos quejarse cuando les dan el manual del refrigerador que les dice que no deben mojarlo cuando el cable está encendido, o se pueden electrocutar. Es sentido común, pero lo que pasa es que nosotros como humanos NO entendemos a nuestro Creador, ni sus motivos. Además, somos bastante tercos… 🫢
Esperamos todo este estudio sea para edificación, y tal como los estudios que hemos hecho sobre Apocalipsis y el fin del mundo, el contar con diferentes interpretaciones sea una oportunidad para incentivar al estudio personal en la Palabra de Dios.
Impresionante. Mucho tiempo me conflictiva mucho las teorías evolucionistas con el relato de génesis.. Esto me ha dado otra perspectiva. Ojalá pronto se comparta más material del tema
La palabra que se usa originalmente en la Biblia es “hijos de Dios” no? Y la traducción ha colocado “ángeles” eso entiendo por lo que se puede interpretar de esa manera porque si dice ángeles en el original…
Personalmente considero MUY probable esta teoría el ser humano es lujurioso miremos a los que quieren creerse animales hoy en día y tener sexo con su perro, hay hasta foros de bestialismo a nivel mundial y varios casos de gente que abusa sexualmente de sus mascotas no es tan poco usual como quisieramos creer.
Resulta creíble que si estos hombres vieron hembras de otra especie pensaran que eran deseables siquiera por su “belleza” como la entendemos ahora tal vez habia algo en ellas que las hacía mas deseables a nivel de lujuria que las mujeres humanas miremos el caso de un prostibulo donde una mona tenía mas clientes que las prostitutas humanas.
También me gusto como destacan que nuestra alma tiene 4 esferas y pense que ese es precisamente el problema de las relaciones actuales se enzalza lo biológico (impulso sexual) y sensitivo por sobre lo intelectual (conversaciones, conocerse, personalidad) y lo moral ni se diga se considera aburrido o hasta discriminador buscar a alguien con valores o creencias iguales a los tuyos porque se supone que “cada quien a su vida” y que el amor debería superar ese tipo de diferencias.
Contestadas muchas preguntas, excelente artículo muchas gracias y bendiciones