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Bioneuroemoción : las universidades rechazan sus mentiras

Bioneuroemoción : las universidades rechazan sus mentiras

Las universidades empiezan a cancelar las charlas de Bioneuroemoción de Corbera al clasificarlas como parte de una secta destructiva. Las mentiras de todos estos gurús parasitados de la nueva era empiezan a desmoronarse ante el mayor discernimiento de las personas. La verdad siempre termina por salir y las Universidades han empezado a proteger a sus estudiantes del engaño. Este articulo fue tomado de las redes de prevención contra las sectas:

LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA SUSPENDE UNA CHARLA SOBRE

BIONEUROEMOCIÓN

La Universidad de Zaragoza ha decidido cancelar la charla de Enric Corbera sobre la Bioneuroemoción, una pseudoterapia, tal como informa el Heraldo de Aragón. De hecho, el año pasado el Hospital de Elche tuvo que suspender una charla sobre este mismo tema tras las quejas de algunos colectivos como la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP).

El evento, que estaba organizado por la Delegación de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo, se iba a llevar a cabo hoy, jueves 12 de enero, a las 17.00 en el Aula Magna de su Facultad.

Sin embargo, después del aviso de algunas personas sensibilizadas por el tema, la Universidad se apresuró a suspenderla. Así lo comunicaba en su página web la víspera de la charla: “La charla de Enric Corbera sobre Bioneuroemoción… se ha cancelado”. Corbera, psicólogo catalán, es el inventor y líder de esta pseudoterapia.

UN “NUEVO ENFOQUE”

En la convocatoria de la conferencia, se definía la Bioneuroemoción como “una filosofía de vida que busca el bienestar personal”. Estaba previsto que, durante el acto, Corbera explicara “el método que ha desarrollado basado en disciplinas científicas, filosóficas y humanistas que estudia las emociones y su relación con las creencias, la percepción, el cuerpo y las relaciones interpersonales”, según decía la institución académica en una nota de prensa.

En el comunicado se añadía que “la Bioneuroemoción es un nuevo enfoque en la gestión del bienestar personal que permite trabajar sobre todos los aspectos que condicionan nuestra calidad de vida y ofrecer a las personas una actitud de desaprendizaje para superar las limitaciones, donde el ser humano y sus problemáticas deben estudiarse y comprenderse como una relación inseparable entre el cuerpo, la mente y las emociones”.

Se explicaba que esta técnica está basada en los conocimientos relacionados con la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, la psicología analítica de Carl Gustav Jung, la terapia racional emotiva conductual de Albert Ellis y conocimientos relacionados con la PNL y con la visión metafísica de la vida.

* Nota de Arella : ya hemos expuesto los orígenes de muchas de las teorías psicológicas más reconocidas como las de Freud y Jung. Lo cierto es que la psicología mezclada con la metafísica ha sido un arma letal en manos de los caídos que han canalizado todo tipo de terapias ocultistas disfrazadas de psicología a través de sus parasitados. Puedes leer más del origen espiritista del trabajo de Jung en la entrada sugerida al final del artículo.

GRUPO COERCITIVO Y MANIPULADOR

Sin embargo, el Instituto Superior de Estudios Psicológicos llega a calificar de “secta” esta corriente. Según apunta en su web el psicólogo Carlos Sanz Andrea, en un artículo titulado “Las sectas que vienen: Bioneuroemoción”, “a pesar de todos los avisos de la comunidad científica sobre de estas actividades, el movimiento se extiende de forma exponencial, mediante libros, vídeos de las conferencias colgados en plataformas, la creación de un Instituto en Bioneuroemoción, una Asociación de Bioneuroemoción e incluso dos convenios firmados con universidades en México (Universidad Iberoamericana Torreón) y Argentina (Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario)”.

Algunos usuarios han felicitado por Twitter a la Universidad de Zaragoza por esta decisión, que frena un intento más de la Bioneuroemoción por legitimarse utilizando espacios públicos y ámbitos académicos, como era este caso. “Muchísimas gracias por vuestra presteza. No bajéis la guardia”, escribía uno de ellos. “Gracias por la decisión, a la altura de un centro académico serio”, leemos en otro mensaje. Otros simplemente dicen “¡bravo!” o “muy buena noticia”.

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