Uno de nuestros subscriptores nos recomendó darnos una vuelta por los “Foros de la Virgen” que es una comunidad católica online dedicada a promover la adoración a la reina del cielo. Visitamos el sitio para darnos idea de lo que la reina del cielo le está diciendo a los católicos, a través de sus mensajes, que no vienen siendo diferentes a las canalizaciones de la nueva era, solamente que con sabor católico y con un falso Cristo y por supuesto, una falsa María, que en realidad es la diosa, la reina del cielo en disfraz.
Tristemente, podemos ver con facilidad la forma como el enemigo ha venido engañando a los católicos. Vamos a compartir una de las historias encontradas entre muchas otras en ese sitio, que tienen la misma dinámica de los ángeles de Lucifer engañando a aquellas almas confundidas por falsas doctrinas y que no se han puesto a cuestionar a los espíritus. La historia que analizaremos hoy es la de María Simma, quien decía tener encuentros con “ánimas del purgatorio”. Noten la similaridad de éstas experiencias con las que vemos en la nueva era, solo que en la nueva era son extraterrestres, seres de luz, etc.
Antes de entrar de lleno a la historia, recordemos – por si fuese necesario para algún lector nuevo de ésta comunidad y blog – que el purgatorio es una doctrina que NO existe en la Biblia, sino que es un invento del catolicismo romano, donde el sacrificio de nuestro Redentor Jesucristo no es suficiente, sino que las almas al morir se van al purgatorio por cierto tiempo, hasta que las oraciones de sus familiares los sacan y ya se pueden ir al cielo. No hay absolutamente ningún pasaje Bíblico que avale el purgatorio. El catolicismo ha sido siempre de la idea de que el sacrificio de Jesús no es suficiente, por eso llenan de obras su religión, y dicen que la iglesia debe sufrir pruebas y martirios y tribulaciones. Un ejemplo actual es por ejemplo la doctrina del rapto después de la tribulación, el cual es 100% católico. El afán de sufrir para merecer el cielo del catolicismo quedó patente en muchos de sus “santos” que pensaban que debían de sufrir para ganar el cielo, y aunque ser seguidor de Cristo puede desencadenar pruebas muy fuertes, jamás se ha pedido que como parte de demostrar merecer el cielo uno se procure un sufrimiento físico como el que veremos en éste caso. Porque de hecho, no se puede merecerlo, la salvación es un regalo, es por gracia, hagamos lo que hagamos, no lo merecíamos.
Indicaremos nuestros comentarios entre paréntesis en color rojo.
María Simma y una imagen del falso cristo del catolicismo romano… pese a que la Palabra de Dios nos ha insistido en no hacernos imagen.
María Simma nació el 2 de febrero de 1915 en Sonntag, Austria. Ella fue el segundo de ocho hijos. Sus padres eran campesinos pobres. Eran gente humilde de un país católico.
En torno a los 7 años, María comenzó a sentir un fuerte llamado a ayudar a los demás, ya sea a través de la oración y el sacrificio de la vida religiosa como monja, o como misionera laica. Con esto en mente en todo este tiempo le dijo a su madre que ella nunca se casaría.
Sin embargo, a los 8 años cayó muy enferma con neumonía y pleuresía, dañando y debilitando su salud durante muchos años después. Sin embargo, la llamada y el deseo de servir a Dios ayudando a otros continuaron creciendo a lo largo de sus años formativos de la adolescencia. A partir de los 17 años hizo intentos de entrar en un convento como monja. Entró en tres, pero invariablemente fue despedida por su débil salud.
(Patrón común: enfermedades graves o debilitantes en las personas que luego pasan a ser engañadas…)
En 1940 llegó la primera visita de un Alma Santa (un alma del Purgatorio). María tenía 25 años de edad y el alma santa – un hombre- se le apareció en una visión una noche.
Él se paseaba de ida y vuelta en su habitación, a los pies de la cama. Confundida, ella lo llamó y le dijo: “¿Quién eres tú?”. Pero no recibió respuesta.
Luego se bajó de un salto de la cama y le dijo “¿Cómo llegaste aquí? Desaparece”, no dio ninguna respuesta y al llegar la mano para tocarlo, desapareció. Sin embargo, tan pronto como volvió a la cama, volvió a aparecer.
Se preguntó cómo es que ella podía ver fácilmente a este hombre, pero no hablar o tocarlo. Pensó para sí misma: “Bueno, siempre y cuando él no se acerque a mí” y se quedó mirándolo. Y después de un tiempo desapareció y se quedó despierta pensando en el significado de lo sucedido.
Al día siguiente se fue inmediatamente a ver a su párroco, P. Alfons Matt, para decirle todo lo que había sucedido.
Después de explicarle todo, le dijo que podría ser una pobre alma del Purgatorio. Y si tal cosa llegase a ocurrir de nuevo, que no dijera “¿Quién es usted?”, sino “¿Qué es lo que necesitas de mí?”
(Y listo, queda el engaño preparado para florecer. Este párroco en su tremenda ignorancia, le dice a María que esta alma es un ánima del purgatorio y que empiece a interactuar con ella. María había adoptado una actitud correcta la primera vez que vio a este ángel caído, al decirle que se fuera y luego sospechar de su experiencia. Pero tal como sucedió con Teresa de Avila, al ir a preguntar a un sacerdote, éste la reafirmó de que no era una experiencia de Satanás sino de Dios y que era un ánima del purgatorio… un purgatorio que no existe, y un ánima que solamente podía ser un demonio, ya que las almas humanas al morir ya no pueden volver a tener contacto con los humanos).
A la noche siguiente el hombre de repente apareció de nuevo, una vez más, iba y venía. Esta vez María le preguntó inmediatamente a “¿Qué es lo que necesitas de mí?”
El hombre se detuvo de repente, se volvió hacia ella y respondió “Por favor, haz tres santas misas por mis intenciones y luego desapareceré”. Y luego desapareció inmediatamente y María dijo “fue entonces cuando supe que era una pobre alma.”
Al día siguiente, una vez más, le dijo a su párroco, P. Alfons Matt lo que había sucedido y le dijo sobre las tres misas solicitados. El cura también le dijo que buscara siempre hacer lo que pudiera para ayudar a las almas que pudieran venir a ella.
(Tanto María como el cura, ya habían caído redonditos en el engaño del enviado de Satanás. Reafirmando la falsedad del purgatorio y de la necesidad de misas. Obvio que el enemigo usará uno de tantos engaños para mantener a la gente en un sistema errado que no es la verdad de la Palabra de Dios. El enemigo es inteligente, y la verdad le hemos dejado el camino muy sencillo).
Pronto más almas del purgatorio vienen pidiendo sus oraciones y sacrificios, y así comenzó un apostolado de por vida. En los próximos años, sólo 2 o 3 pobres almas vinieron a ella cada año, pero a medida que pasaba el tiempo, más y más se acercaban a ella en busca de su ayuda pidiendo oraciones y sacrificios.
De hecho, las almas le han dicho que es Dios en su gran misericordia que les daba permiso para ir a ella para obtener sacrificios y oraciones, para que su tiempo en el purgatorio pudiera ser disminuido.
(¿Así que Dios les dio permiso a esas “pobres ánimas” de ir a pedir ayuda? Bueno, veamos la Palabra de Dios para ver si eso es posible:)
Lucas 16:19-31
El rico y Lázaro
19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.
22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.
23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.
26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,
28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.
30 Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.
31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
Sigamos leyendo sobre el engaño de María Simma:
“Y así es como estas experiencias empezaron en 1940, entendí entonces que era esto lo que Dios quería que hiciera. Las almas se presentaban buscando ayuda, y también dando testimonio de sus sufrimientos, su vida en la tierra y su deseo profundo de llegar cuanto antes a estar en la Presencia de Dios en forma definitiva. La primera alma vino a mi cuando tenía 25 años. Hasta aquel momento el Señor me había hecho esperar.”
“Usted me está diciendo que el alma de un difunto vino a ella. ¿Significa tal vez que el alma vino a hacerle visitas a su habitación?
Sí, y así siguió sucediendo desde aquella fecha en adelante.”
“Es decir desde 1940, cuando comenzaron estos fenómenos, hasta 1953 sólo venían dos o tres almas al año y generalmente en el mes de noviembre. Luego, durante el año Mariano de 1954, cada noche se me presentaba un alma distinta.”
“El purgatorio es un lugar y una condición que cada alma vive cuando tiene todavía necesidad de purificar y reparar los pecados que ha cometido durante su vida, antes de que pueda alcanzar a Jesús en el Paraíso.”
“En el más bajo, Satanás puede todavía golpear a las almas, cosa que no puede hacer más en los niveles más altos.”
(Sería bueno recordar lo siguiente: el infierno no es un lugar creado por Satanás ni mucho menos administrado por él. El infierno de hecho fue creado por Dios para castigar a Satanás y sus ángeles, y no había estado destinado a los humanos, a menos que ellos se alinearan con Satanás. Por tanto es un lugar de eterna separación y castigo creado por Dios).
“Sin embargo, las almas de la tercera parte del purgatorio, aquella parte más profunda, tienen que sufrir por los pecados que han cometido antes de obtener el beneficio de nuestras oraciones, de nuestras Misas y de nuestras buenas acciones.” (el gran engaño católico de pensar que las oraciones, misas y acciones tienen alguna injerencia sobre el destino de un alma. Cada alma deberá responder por sí misma, y al momento de morir, se acabó el tiempo, no importa cuantas oraciones, misas o acciones los que se quedan realicen por ésa alma. Este es un examen individual, no de grupo, por eso si vas a orar por alguien, ora para que esa persona pueda llegar a Cristo en vida y no cuando ya es muy tarde).
“Y el continuo ataque de Satanás forma parte de esos sufrimientos. Los niveles del purgatorio son tantos como enfermedades hay sobre la tierra, pueden ir desde una simple inflamación de una uña hasta algunas que pueden consumir el cuerpo entero como el fuego.”
(¿Una simple inflamación de una uña? esos caídos y sus inventos…)
“Algunas almas están solo media hora, y otras por lo que queda del tiempo, hasta el último día. Las almas dicen que allí una duración de media hora alcanza cuarenta años. Después de esta vida el tiempo no existe más. Pero se nos ha dicho que un alma tiene que sufrir por un cierto periodo de tiempo en el purgatorio.”
María relata que la mayoría de las almas que la visitaban piden que se celebren Misas por ellas y que esté presente en ellas; también piden que se rece el rosario y el Via Crucis.
Muchas veces María Simma ha sido invitada a sufrir por las ánimas del Purgatorio. Ella lo relata así:
“La primera vez un alma me preguntó si no me importaría sufrir por ella tres horas en mi cuerpo para que ella pudiera salir del Purgatorio. Le dije que sí y tuve la impresión de que eso había durado tres días porque fue muy doloroso. Esa alma me dijo que por haber aceptado con amor ese sufrimiento de tres horas, ¡le había ahorrado 20 años de Purgatorio! Porque el sufrimiento en la tierra tiene un valor distinto.”
(Si hay algo que a los caídos les encanta es infligir dolor a las personas, y que las personas crean que es un dolor con propósito divino. Vimos el mismo patrón con Teresa de Jesús y su transverberación. Mientras la pobre de María, toda amor, sufría dolores, instigados por tormento demoníaco, ella pensaba que estaba ayudando a un alma a salir del purgatorio 🙁 la verdad es que nos entristece mucho el engaño a esta buena mujer.)
“Las indulgencias tienen también un valor inestimable para ellas. Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Cada uno de nosotros tiene el inmenso poder de aliviarlas.”
(¿Pagar dinero a la iglesia por una indulgencia, tiene valor para sacar almas del purgatorio? de verdad que el enemigo logra que se den fondos a una de las religiones de su engaño con tremendas mentiras. ¿Que si no se reza por esas almas, quedan abandonadas? esto es poner la salvación en obras humanas… una persona que por ejemplo tenía mucha familia y oraron en tropa por ella, se salva, y otra que a lo mejor se quedó huérfana o sola, se queda allí abandonada… ¡pues si no es casa de empeño para ir a recoger lo que dejas y si no vas, se quedan abandonadas! Jamás el Padre permitiría que uno de sus hijos se pierda, aunque ni una sola persona hubiera orado por él a su muerte).
La siguiente parte es bastante peculiar, lean con atención:
Le preguntaron a María: ¿Qué piensa de las prácticas de espiritismo, invocar a los espíritus de los difuntos, las tablas de ouija, etc?
Ella responde: Eso es siempre malo. Es el demonio quien hace que la tabla se mueva. No está permitido invocar a los difuntos.
(¿Cómo es que María y sus mentores no veían que aún sin tabla de ouija o sesiones de espiritismo, estaban también correlacionándose con “difuntos”? si su pretexto es que las almas venían a María sin que ella usara ouijas o tarot o espiritismo, eso es una muy pobre defensa, ya que hay millones de engañados que nunca usaron técnicas espiritistas y de todos modos recibieron visitas de espíritus engañadores )
“En el espiritismo, si hay respuesta, es siempre y sin excepción, satanás y sus ángeles caídos. Las personas que practican el espiritismo (adivinadores, brujas, etc.) están haciendo algo muy peligroso contra ellas mismas y contra quienes van a consultarlos. Están sumidas hasta el cuello en mentiras. Está estrictamente prohibido por Dios invocar a los muertos. Satanás puede imitar todo lo que viene de Dios. Él puede imitar la voz y la apariencia de los muertos; una manifestación de este tipo siempre proviene del maligno. Satanás incluso puede sanar, pero esas curaciones nunca duran.”
¡¡Pero si María ya sabía todo esto!! ¡y nunca pudo aplicarlo en su propio caso, gracias a lo que le dijeron sus mentores y a su propia programación católica!
Creemos que este caso de María Simma nos deja una enseñanza muy específica, porque hay millones de personas que dicen que por no hacer cosas de brujería, por no usar tarot o no hacer conjuros y hechizos, no están en manos del enemigo. Algunas de las personas que tratamos de ayudar a abrir los ojos, nos dicen que ellas no están en la nueva era, que ellas no hacen nada satánico… pero las vez cargando sus estampitas, poniendo santos de cabeza, y hablando con sus arcángeles buenos, que se presentan como Miguel, Gabriel y, eso sí, dicen que oran y canalizan solamente a los ángeles “buenos”… y propagan ideologías que finalmente son del mismo enemigo, aunque no hagan ocultismo del más negro.
Es una pena que gente buena como María haya sido tan engañada. Nos queda claro, con el caso de muchos en esta comunidad, que un 95% de la gente que se metió en el camino equivocado, se metió de buen corazón, pensando en ayudar a los demás, pensando hacer el bien. Desafortunadamente, una lección que todos tuvimos que aprender es que no es suficiente pensar que uno hace las cosas para bien.
El enemigo es malicioso como no tenemos una idea. Es como el peor estafador humano que hayamos conocido, en esteroides. No podemos esperar menos de sus tretas que un engaño malintencionado como el perpetrado en María Simma y millones de personas, ya sea bajo el catolicismo, la nueva era, otras religiones e incluso el ateísmo. Cuesta entender que gente buena termine tan engañada, pero tal vez si vemos que en este mismo planeta, a la gente buena le son infieles, les roban dinero, los engañan, y todo eso proviene del pecado, y el pecado proviene de la influencia de Satanás a la cual la gente sucumbe, sabemos que estamos lidiando con seres engañadores, agentes del enemigo, que no tienen ningún escrúpulo para engañar a quien sea, de la edad que sea, y con el motivo que sea.
Por ello nuestro Creador nos pide discernimiento. La “bondad” bajo engaño puede provocar más daño que beneficio. Debemos guardar la objetividad y la cordura de la Palabra de Dios, porque el enemigo no se va a detener para intentar engañarnos de la manera más sutil que pueda encontrar.
Para los que se pregunten entonces qué es lo que pasa realmente cuando morimos, si todo lo que dice el catolicismo es un invento:
Primero, para el creyente en Jesucristo, la Biblia nos dice que después de la muerte las almas / espíritus de los creyentes son llevados al cielo, porque sus pecados son perdonados por haber recibido a Cristo como Salvador (Juan 3:16, 18, 36). Para los creyentes, la muerte es “estar lejos del cuerpo y estar en casa con el Señor” (2 Corintios 5: 6-8, Filipenses 1:23).
Sin embargo, pasajes como 1 Corintios 15: 50-54 y 1 Tesalonicenses 4: 13-17 describen a los creyentes resucitados y se les da cuerpos glorificados. Si los creyentes van a estar con Cristo inmediatamente después de la muerte, ¿cuál es el propósito de esta resurrección? Parece que mientras las almas / espíritus de los creyentes van a estar con Cristo inmediatamente después de la muerte, el cuerpo físico permanece en la tumba “durmiendo”. En la resurrección de los creyentes, el cuerpo físico es resucitado, glorificado y luego reunido con el alma /espíritu. Este espíritu-cuerpo-alma reunido y glorificado será la posesión de los creyentes por la eternidad en los nuevos cielos y la nueva tierra (Apocalipsis 21-22).
Segundo, para aquellos que no reciben a Jesucristo como Salvador, la muerte significa castigo eterno. Sin embargo, al igual que el destino de los creyentes, los incrédulos también parecen ser enviados inmediatamente a un lugar temporal de espera, para esperar su resurrección final, el juicio y el destino eterno. Lucas 16: 22-23 describe a un hombre rico que es atormentado inmediatamente después de la muerte. Apocalipsis 20: 11-15 describe a todos los muertos incrédulos resucitados, juzgados en el gran trono blanco, y luego arrojados al lago de fuego. Los incrédulos, entonces, no son enviados al infierno (el lago de fuego) inmediatamente después de la muerte, sino más bien están en un reino temporal de juicio y condenación. Sin embargo, aunque los incrédulos no son enviados al lago de fuego, su destino inmediato después de la muerte no es agradable. El hombre rico gritó: “Estoy en agonía en este fuego” (Lucas 16:24).
Por lo tanto, después de la muerte, una persona reside en un cielo o infierno “temporal”. Después de este reino temporal, en la resurrección final, el destino eterno de una persona no cambiará. La “localización” exacta de ese destino eterno es lo que cambia. En última instancia, los creyentes tendrán acceso a los nuevos cielos y la nueva tierra (Apocalipsis 21: 1). Los incrédulos serán finalmente enviados al lago de fuego (Apocalipsis 20: 11-15). Estos son los destinos finales y eternos de todas las personas, basados enteramente en si habían confiado en Jesucristo solamente para la salvación (Mateo 25:46; Juan 3:36).
Es por esto que el enemigo busca desviar, confundir y distraer, para que una persona nunca llegue a entender el evangelio, entender que se trata solo de confiar en Jesucristo para la salvación, con esto naciendo de nuevo, y no por obras, rosarios, oraciones, o segundas oportunidades como purgatorios o reencarnaciones. Satanás juega contra el tiempo para que la gente muera siendo no salva y se condene. Eso es todo lo que busca.
De allí la importancia de que compartas el evangelio con todos los que amas. Para que sepas que tendrán vida eterna al lado de nuestro Señor.