Debido a que en ciertos medios de comunicación masiva se difunden a raudales las presuntas “bondades” y “sabiduría” del “gurú” llamado “Osho”, ofrecemos el siguiente material acerca de quien fuera un ferviente difusor de la magia negra sexual (yoga tántrico). ¡Atención con los falsos profetas!
Osho
Rajneesh Chandra Mohan nació en la India en 1931. Hijo de una familia de comerciantes jainistas. Una religión caracterizada por su misticismo, ascetismo y puritanismo. Sus seguidores no pueden matar un insecto ni por accidente, y usualmente eligen trabajos vinculados al dinero.
A los 21 años, según cuenta la historia oficial, mientras era estudiante de filosofía, alcanzo la “iluminación”. Finalizó sus estudios y enseñó en la Universidad de Jabalpur durante 12 años. En la década del sesenta comenzó dirigir grupos de meditación, centrándose en una técnica catártica de hiperventilación conocida como “meditación dinámica”.
Rajneesh era muy culto e inteligente y tenia un gran poder de fascinación personal. En l969 fundó su primer ashram en la ciudad de Bombay. Allí expresó ser la reencarnación de Buda (gracias a la famosa iluminación, seguramente un walk-in comenzó a controlarlo, por lo cual él se sentía la reencarnación de otro ser) y que pasarán 2.500 años para que vuelva otra deidad como él. Una modestia muy común de un carácter paranoide. Fue allí que cambio su nombre por el de Bhagwan (que significa “dios” en sánscrito) Rajneesh.
La doctrina de Rajneesh se estructuró sobre contenidos opuestos a los del jainismo en que fue educado. La indiferencia a la alegría, la belleza y el mundo, el ascetismo y la represión sexual y material, el odio al propio cuerpo y a la mujer, común en el jainismo, alcanzan el otro extremo con Rajneesh. “La vida es una gran broma”, dice e incorpora el sexo libre como forma de llegar a Dios. Por otra parte, Rajneesh, a diferencia de otros lideres orientales, estudia con detenimiento los evangelios sobre Jesús, Mahoma y el Corán y ha pensadores esotéricos como Gurdjieff y Ouspensky.
Rajneesh solía utilizar fragmentos de las grandes religiones y los mezclaba con técnicas terapéuticas y de crecimiento personal. El slogan fue “todo vale” ( muy al estilo satanista ) y lo reafirmaba a partir de la idea de Gurdjieff que “a partir del momento en que uno se torna previsible, se convierte en una máquina… la mente es un robot”. Rajneesh afirmaba ser “Gurdjieff más Ouspensky. De esa manera, nadie puede detener mi trabajo. Me muevo en forma constante en el mundo de lo no mental y en el mundo de las palabras, los libros y el análisis. Gurdjieff trabajaba sobre sí mismo y Ouspensky trabajaba en la biblioteca. Yo trabajo continuamente en ambos”.
Para “unirse al Cielo”, según el gurú, hay que hacer tres cosas: convertirse en niño, dejar de lado el pasado, y no pensar. Hay que escapar de uno mismo, de la “falsa individualidad”, y claro, solo Rajneesh estaba capacitado para ayudarnos. En la entrada a las salas de meditación había un cartel que dice: “Deja aquí tu mente y tus zapatos”… el paso previo para dejar luego el dinero.
A partir de los años setenta comienza a circular en Occidente la versión de este gurú oriental que utiliza técnicas terapéuticas y plantea el sexo libre. Muchos occidentales lo visitan y sus arcas económicas empiezan a aumentar. En l974, el gobierno los expulsa de Bombay y se instalan en Poona. Allí nace oficialmente la Rajneesh Foundation. Por allí circulan cientos de jóvenes en busca de exotismo y libertad sexual como crecimiento espiritual. Un adepto decía: “Las enseñanzas de Esalen comenzaban a parecer aburridas. Había probado Arica, había estado buscando un maestro. Cuando vi a Osho, supe de inmediato que él tenía lo que yo buscaba. Eran un profundo sentido de tranquilidad. Ahora tenia que hallar como descubrir eso dentro de mí. Al conocerlo, la búsqueda del maestro había concluido y comenzó mi camino como discípulo”.
Los adeptos son captados a través de cursos terapéuticos o de meditación que ofrecen los centros Osho. La terapia más popular de Osho es la llamada meditación dinámica. La misma consiste en realizarla con los ojos cerrados -o tapados con una venda-. Se utiliza una música muy fuerte y se empieza con una respiración muy fuerte que produce una hiperventilación. Luego se salta con fuerza y se grita durante 20 minutos hasta que suena un gong y hay que quedarse en dicha posición durante otros 15 minutos. Después de esta “liberación” la persona se acuesta en el suelo en postura fetal para “regresar” a la época en que no habiendo nacido, no había traumas y era feliz.
Para convertirse en sanyanin los nuevos miembros deben cumplir cuatro condiciones: Ir vestidos totalmente con ropa anaranjada (hoy no se cumple en Occidente), meditar diariamente, llevar colgada al cuello una especie de rosario de madera con un medallón con la foto de Osho y cambiar de nombre
Rosario de madera con la imagen de Osho que sus discípulos debían portar… ¿alguien dijo idolatría?
El Gurú narcisista – Perfil de Bhagawan Shree Rajneesh
Ronaldo O. Clarke, graduado en psicología y filosofía en la Universidad de Bristol y con un Máster en Psicología Clinica, analizó el perfil psicológico de Osho en el libro “Osho Rajaneesh and his disciples: some western perceptions”, en el cual trata de demostrar que su proclamación de haber disuelto su Ego y haber trascendido cualquier deseo y apego mundano es simplemente el producto de un sistema delirante asociado con un desorden narcisista de la personalidad, muy común con personas poseídas las cuales desarrollan niveles de narcisismo evidentes, el cual viene descrito en el DSM-IV por los siguientes criterios, los cuales si se los aplicamos a muchos otros maestros y gurus de la nueva era o personas lidereando congregaciones, encontraremos que los describen plenamente:
– Los sujetos con este trastorno tienen un sentido grandioso de autoimportancia. A menudo están preocupados por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios. Los sujetos con trastorno narcisista de la personalidad creen que son superiores, especiales o únicos y esperan que los demás les reconozcan como tales. Generalmente, los sujetos con este trastorno demandan una admiración excesiva. Las pretensiones de estos sujetos se demuestran en las expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial. Esta pretenciosidad, combinada con la falta de sensibilidad para los deseos y necesidades de los demás, puede acarrear la explotación consciente o inconsciente del prójimo.
Los sentimientos de auto-importancia y singularidad demostrados por Bhagawan, el “bendito”, son para Clarke señal inequívoca de su exacerbado narcisismo y egolatría. En sus discursos buscaba que sus seguidores lo identificaran con las más grandes figuras religiosas, como Lao Tse, Cristo o Buda. Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Antes de que este siglo termine, nuestra necesidad será, ya lo es, de llaves que sirvan universalmente. Por ejemplo, la llave de Jesús era para un cierto grupo judío (…) Buda creó una llave para cierta mentalidad. (…) Es por esto que estoy luchando y creando llaves que sean en cierto modo, universales, no para una cultura localizada, sino para la mente humana como tal; pronto vamos a necesitarlas, pues no funcionan las locales, como tampoco ninguna amalgama de todas ellas, verdadera insensatez. Buda pasa por un pueblo y nadie lo reconoce, ni su propio padre, tampoco su esposa. Yo estoy aquí, pero quizá no reconozcas lo que late aquí adentro.”
Sin embargo, sus pretensiones no quedaban solamente ahí porque, en su creciente megalomanía, se vio superior a todos ellos.
Osho en Vislumbres de una infancia dorada escribió:
“Se puede encontrar a otro Jesús muy fácilmente; todos los días hay gente que se ilumina. Pero encontrar un hombre como yo, que ha viajado por miles de caminos, durante miles de vidas, y que ha recogido la fragancia de millones de flores como una abeja, eso va a ser difícil.”
Clarke también cita el “Rajneesh: The newspaper” de 1986 en el cual Osho se proclama como “Bhagwan Rajneesh, el Buda, Señor Maitreya”, y revela su lado más vanidoso cuando señala que Osho creía estar en la absoluta posesión de la verdad espiritual.
El retrato de Osho
“Yo me contradigo, y lo hago en forma consciente”, dice Osho en “Mi camino, el camino de las nubes blancas”. La contradicción facultaba a Osho para desdecirse o corregir afirmaciones anteriores sin llegar a caer en el descrédito, y salir así al paso de las incoherencias fruto de la mezcla de distintas corrientes ocultistas. Una de estas contradicciones tenía que ver con la necesidad de seguir la guía de un Gurú. Osho defendía la entrega total al Gurú por parte del discípulo. En todo caso, censuraba el titubeo por parte del discípulo, quien debía escoger entre entregarse ciegamente o no hacerlo en absoluto. Vemos este mismo patrón hoy día con los seguidores de sectas online de maestros nuevaeristas, si osan contradecir a su “maestro/a” son atacados por todo el resto de la comunidad.
Osho en Mi camino, el camino de las nubes blancas escribió:
“Entonces, o bien entrégate por completo… entonces no será necesario que pienses: síguelas ciegamente. Acentúo la palabra “ciegamente” (como si no tuvieras ojos, y alguien con ojos te estuviera guiando). Así, conservarás indivisa tu unidad; e indivisible, integrado, crecerás. O bien, si sientes que esto es imposible y que no se puede hacer, no las sigas en absoluto. Haz por completo tu propio camino. Entonces, también te conservarás indiviso. La meta, la finalidad, es permanecer entero. Por ambas vías lo lograrás: el resultado final será el mismo.”
De cualquier manera, Osho dejaba claro que su camino de nubles blancas requiere de total sumisión y, atención, no pensar más. Sorteando el raciocinio de los adeptos, las contradicciones se asumían como parte de esa lógica supra-humana. De esta manera, se comprende que el discurso fuese tan cambiante como para negar incluso, y en determinadas ocasiones, su papel de Gurú.
Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Una persona me escribió una carta hace quince días diciendo que “. . .yo quiero ser iniciado por ti pero no puedo aceptarte como guru”. Yo no soy guru de nadie, nunca lo he declarado más para esa persona sí le declara ser un guru. Yo no puedo permitir que ese individuo no piense en mi como su guru, y no puedo permitirlo, porque ha demostrado una incapacidad manifiesta. Si tú no eres un discípulo, entonces yo tendré que ser un guru; en cambio si tú eres un discípulo, no necesitaré ser tu guru.”
De forma que, a los ojos de sus discípulos, Osho no era un Gurú. Sin embargo, en su ashram se cultivaba una inequívoca adoración a su persona. Por ejemplo, se obligaba a los sanyasi a llevar un colgante en su cuello con su retrato, un colgante al que Osho dotaba de cualidades mágicas bajo el pretexto de que cuando un fiel medita en su colgante puede lograr establecer una comunicación con él.
Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Cuando diga que si meditas en el retrato, el retrato va a desvanecerse, no confíes: prueba y lo verás. Cuando te diga que entonces podrás comunicarte conmigo, no confíes, pruébalo. Acepta toda esto como hipótesis, y experimenta. Cuando el retrato se haya desvanecido y tú puedas comunicarte conmigo, estarás listo para aquello que necesita tu confianza, y avanzarás con una mente henchida de ella.”
Habría que preguntarse si la persona estaba estableciendo un lazo psíquico a través de éstas prácticas con el gurú, y más que con el gurú, con el demonio que habitaba ese gurú. De allí que sea luego tan complicado para una persona que estuvo en cultos, sectas o simplemente siguiendo a alguien afanosamente en YouTube, el desligarse psíquicamente de esa persona.
Osho alimentaba la idolatría, y su papel era tan evidente que durante las conferencias fue interrogado sobre cómo podía negar que él era un Gurú siendo necesario traer su retrato colgado del cuello. Y las respuestas de Osho son tan insólitas como absurdas. Por un lado, persiste en negar lo evidente; él niega ser un gurú pero no niega que los demás sean (sus) discípulos.
Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Yo niego ser un guru, pero no niego que tú seas un discípulo; uno nunca debe ser un guru. El discipulado es algo sin lo cual nada es posible. Cuando no hay guru, entonces ser discípulo es algo interno, disciplina interna, lo que significa mente dispuesta a buscar a investigar, a aprender; una mente que esta abierta y es vulnerable. Así es que niego ser yo un guru, pero no niego que tú seas discípulo.” (esto es un buen ejemplo de razonamiento circular y confusión a la mente).
El otro ardid consiste en negar que él mismo figure en el retrato, con una explicación tan ridícula como que su inmensidad no puede ser recogida por ninguna fotografía…
Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Otro punto: el mala con un retrato encierra muchas razones. Una: el retrato no es mío. Si fuera mío, dudaría en ponerlo ahí. Nadie se sentiría suficientemente animado de exhibir su propia fotografía. Todos pensarían en hacerla, pero nadie lo haría. La fotografía solamente aparenta ser mía, pero no lo es. Ningún retrato es realmente posible. Tan pronto como uno se conoce a sí mismo, sabe algo que no puede representarse, describirse, enmarcarse. Yo existo como un vacío que no puede. ser fotografiado. He ahí por qué puedo poner esa foto ahí.”
Hay que reconocer que Osho sabía cómo manipular la mente de sus discípulos para llegar a convencerles de creer lo contrario de lo que la razón les mostraba ante hechos más que evidentes.
Osho, “el gurú del sexo”
A Rajneesh también se lo conoce como el Maestro Tántrico porque escribió mucho sobre esta rama del hinduismo. El gurú dice: “Para el tantra uno tiene que usar la energía del sexo. No luche en contra de ella: transfórmela. No piense en términos de enemistad. Es su energía, no es dañina, no es mala. Toda energía es simplemente natural. Puede usarse en beneficio o en contra de uno.”
En From Sex tu Superconsciousnnes (l979), Rajneesh enseñó que “La lujuria que se encuentra en cada uno de nosotros puede convertirse en la escalera por medio de la cual se puede llegar hasta el templo del amor, que el sexo dentro de cada uno de nosotros puede convertirse en un vehículo para alcanzar la superconciencia.” Todo esto muy al estilo del paganismo que tiene su origen desde los albores de la humanidad, desde las prácticas babilónicas de “sexo sagrado”. No cabe duda de que el demonio que controlaba a Osho estaba muy familiarizado con todas esas prácticas.
A diferencia de la Palabra de Dios, donde nuestro creador hizo al hombre y a la mujer para ser pareja, convertirse en uno y estar juntos y leales el uno al otro de por vida, Rajneesh odiaba el matrimonio y planteaba la liberación total. Decía: “En realidad el matrimonio es una institución fuera de época que ha destruido casi todas las posibilidades de felicidad a millones de personas… El matrimonio no es algo que sucede en el cielo; sucede aquí, gracias a los astutos sacerdotes.” Y como si no fuera claro agrega: “En nombre del amor la gente lleva el cadáver del otro, esto es lo que llaman matrimonio. Y para llevar cadáveres debes ir al Registro civil para hacer de esto una unión legal. El amor no puede permitir el matrimonio.”
Sobre el sexo expresa lo siguiente: Ahora hay dos caminos: o reprimes el sexo -como ha sido hecho por todas las así llamadas religiones tradicionales- o lo transformas”… Si tu aceptas tu sexualidad, si tu la abrazas con profundo amor y gratitud hacia Dios, sabiendo que es un regalo, por lo que debe haber algo en ella que debe ser descubierto… Rechazarlo te va a hacer no creativo. Y la persona no creativa permanece una persona miserable. Por eso nuestros santos se ven tan tristes, con caras tan largas, casi muertos y hediondos.”
Dentro del sexo uno de los temas que preocupaban a Rajneesh era el de la duración del acto sexual. “Cuando más prolongada sea la relación sexual, mas posibilidades hay para convertir al sexo en una puerta hacia el samadhi.”
En un texto de uso interno obtenido en el Centro Osho de Buenos Aires llamado El miedo a la intimidad una mujer esta preocupada porque tiene mas de un orgasmo y Rajneesh le responde entre otras cosas:
“El orgasmo múltiple en la mujer es un don de Dios y el hombre en el matrimonio nunca se lo da. Visto científicamente, el sexo no debería tomarse seriamente y se invitarían amigos para darle a la mujer todo su rango de orgasmos, o debería usar algún vibrador. Por con ambas soluciones habrá problemas. Si usas un vibrador, le pueden dar tantos orgasmos como la mujer sea capaz; pero una vez que la mujer haya conocido… entonces el orgasmo con el hombre le resultaría tan pobre que ella puede que elija un instrumento científico, un vibrador mas que un amante.”
“Hombres y mujeres no deberían estar en un contrato, como el matrimonio. Deberían enamorarse pero conservando sus libertades. Y la vida seria más móvil. Una mujer contactándose con muchos amigos, un hombre contactándose con muchas mujeres, seria simplemente la regla. Pero es posible solo si el sexo se toma como un juego, como una diversión. No es pecado, es diversión.”
Al parecer, para Osho el mandamiento de “no fornicarás” así como el de “no cometerás adulterio” ni tienen significado alguno… sin profundizar en los riesgos de salud física, emocional y espiritual que la promiscuidad que propone constituye…
“Pero no solo el matrimonio es culpable, también lo es el Dios bíblico: ese Dios es machista. En la trinidad cristiana no hay lugar para una mujer. Todos son hombre: en el padre, el hijo y el espíritu santo. Es un club ‘gay’ de hombres.”
Tremenda blasfemia de Osho !! y no nos debe sorprender que blasfeme si era una persona poseída por un demonio bastante evidente.
“El matrimonio creó la prostitución. Y esta horrible institución, la prostitución, no desaparecerá del mundo a menos que el matrimonio desaparezca.”
“Haz de tu amor algo realmente festivo. Baila, canta, escucha música y no dejes que el sexo sea cerebral. El sexo debe ser espontáneo.”
“La experiencia orgásmica es la experiencia de fusión, de no-ego, de no-mente, de no-tiempo. Yo llamo a esto meditación autentica.”
Con tales ideas liberales, incluso la pederastía podría aplicar para Osho, si decía que “todo vale” y que lo que cuenta es que disfrutes el sexo…
El desenfreno sexual propiciado por Osho confronta radicalmente con la cosmovisión que el cristianismo tiene del matrimonio, de la fidelidad, del amor conyugal, de la feminenidad y de la masculinidad. Por eso, Osho intenta destruir todos estos conceptos, elaborando a su vez un nuevo paradigma de mujer, en la que la sexualidad de esta no encuentre “barreras” de ninguna clase. Osho propicia la esclavización sexual de la mujer.
La liberación femenina propuesta por Osho
“Toda la lógica quedó atrás, toda la racionalidad quedó atrás”. Osho, “El Libro de la Mujer”.
El pensamiento de Osho es profundamente contradictorio pero parece que, en lugar de desalentar a sus seguidores, les sirve para escudriñar con más admiración si cabe sus paradojas intelectuales en busca de perlas de sabiduría. Lo que observamos en la obra de Osho, particularmente en”El Libro de la Mujer”, es el desarrollo de un doble discurso; por un lado ensalza los valores y las cualidades femeninas, reivindica la liberación sexual femenina así como también denuncia su explotación por imposiciones masculinas, pero constituye al mismo tiempo un alegato sexista que relega a la mujer a ocupar en la sociedad un papel secundario.
En la obra mencionada Osho afirmaba que el movimiento de liberación femenino era un complot orquestado por los mismos hombres, una “conspiración masculina” para “librarse de las mujeres” y dice : “vuestro movimiento de liberación no ha hecho nada, porque está en manos de mujeres muy estúpidas”.
Osho hace recaer en las normas y reglas de la civilización la culpa de las deshumanización de las mujeres y que éstas ya no sean tan naturales, con particular ensañamiento al vínculo del matrimonio (“El matrimonio es la institución más fea que ha inventado el hombre”, “Sólo unos pocos matrimonios no son un fracaso, y espero que Dios te salve de esos matrimonios que no fracasan, porque son psicológicamente enfermos”.) gracias al cual “no hay diferencia entre las esposas y las prostitutas. (…) A una prostituta la compras sólo por unas horas; las esposas son un asunto a largo plazo, es más económico.”
Cuando Osho se dirige a las mujeres parece ofreceles la posibilidad de lograr el auténtico amor, fundamentado en el mutuo respeto y la total libertad de cada miembro de la pareja. Sin embargo, la liberación sexual propuesta por Osho está fundamentada en un amor libre y desprovisto de cualquier atadura moral o legal: amar mucho y amar a muchos ( o poligamia como mejor se le conoce, polyamory como le llaman en inglés y que es una corriente creciente sobre todo en Estados Unidos y Europa, donde se excusan diciendo que “aman a todas sus parejas y que no es simple sexo casual”.
Osho en El Libro de la Mujer escribió:
“¿Por qué no amar a muchas personas y enriquecer tu amor? De hecho, esto no va contra el hombre que amas. He observado que si amas a muchas personas amarás más también a tu amante -es una aritmética sencilla- porque estarás más avezado en el amor. Podrás conocer muchos aspectos del amor. Te volverás más enriquecido, más desarrollado, más maduro.”
Según Osho, no es cierto que si el hombre va y tiene una pequeña aventura con una mujer, su propia mujer sufrirá; ya no tendrá tanto amor como solía. Eso no es cierto. No sufrirá, tendrá más amor. Y pronto, al ver a otras mujeres, al conocer a otras mujeres, el hombre se dará cuenta más y más: “¿De qué me sirve hacerlo? Mi propia mujer puede darme todo esto, y de una manera mucho más íntima, con mucho más cariño, con mucha más dedicación. ¿Por qué voy a comportarme como un mendigo?» Él volverá a casa deseándote mucho más.” Por tanto… ¡déjalo cometer adulterio, pecar y enlazarse negativamente con cada mujer que quiera… para que luego te contagie de demonios o de enfermedades venéreas!
Esta es la propuesta de Osho : Infidelidad para una feliz unión y promiscuidad para una relación emocionante.
Osho en El Libro de la Mujer escribió:
“De hecho, la psicología moderna sugiere que para que un matrimonio dure es bueno tener alguna aventura de vez en cuando, porque esto contribuye a que el matrimonio siga funcionando. Si no hay ninguna aventura adicional, el matrimonio se vuelve un fenómeno realmente aburrido. Se vuelve muy pesado, el mismo hombre, la misma mujer, la misma conversación, el mismo amor. Tarde o temprano todo se vuelve una rutina. Entonces se ha ido toda la emoción y todo es repetitivo, monótono.”
Obviamente Osho tenía que avalar la promiscuidad, si se han documentado muchos libros y materiales donde se expone sobre sus prostitutas y uno de los aspectos más controvertidos de Osho: sexo libre en el ashram de Poona.
Osho y el Cuarto Camino de Gurdjieff
Osho fue admirador de dos grandes ocultistas y satanistas: Gurdjieff y Ouspensky. Esto explica su inclinación por el yoga tántrico, que no es otra cosa que magia negra sexual.
Curiosamente, muchos otros ocultistas, nuevaeristas y gente en contacto con “extraterrestres” también adoran el trabajo de Gurdjieff. Es un elemento en común que une al ocultismo, ufología, esoterismo, etc y que se liga con la influencia de demonios en personas que han decidido darles lugar en sus vidas y negar al verdadero Creador.
Osho hablaba de que existen múltiples vías para el despertar espiritual, y califica su sistema como de “multimétodo”, o sea, que asimila cualquier otro sistema espiritual apto para el desarrollo interior.
Osho en Yo soy la puerta escribió:
“Vemos, pues que hay muchas vías y que cada una puede hallarse de modos distintos. Mi método no está directamente vinculado a ruta alguna: es sólo como un vehículo que puede volar, nadar y caminar. Cualquiera que sea la necesidad de tu personalidad, cambiará el método: puedes llamarlo multimétodo; es indirecto, no puede ser directo. Yo te doy el método; y tu cuerpo, tu ser, te dará la ruta, y la energía que despierte, usará cualquier ruta: tántrica, budista, jain, sufi, Gurdjieff: yo puedo seguir una u otra.”
Pero es innegable que la doctrina de Osho está muy influida por los textos del Cuarto Camino, especialmente por sus lecturas de Ouspensky, Bennett y Gurdjieff, integrando sus conceptos claves dentro de su sistema de auto-realización espiritual: la máquina humana, el recuerdo de sí, el sueño de la conciencia, los topes, la lucha contra el Ego…
En “Los libros que he amado” confiesa ser una de las pocas personas en el mundo que ha leído íntegramente el libro de Gurdjieff “Todo y todas las cosas”, no solo una vez sino muchas veces, y declara su admiración por la obra de Gurdjieff y de Ouspensky, a quienes considera como auténticos Maestros.
Osho en Ven sígueme escribió:
“La palabra “consciencia” es la llave maestra. Nos cruzaremos con muchas situaciones en el evangelio en donde Jesús dice una y otra vez: ” ¡Despierta! ” ¡Permanece alerta!”. ” ¡Sé consciente!”. ” ¡Recuerda!”. Buda dice una y otra vez a sus discípulos: “Es necesaria la correcta atención”; Krishnamurti dice: “Consciencia”; Gurdjieff basa toda su enseñanza en una sola expresión: “el recuerdo de sí mismo”. Este es todo el evangelio: recordarse a sí mismo.”
Osho en Conciencia escribió:
“Lo primero que debes comprender es qué significa la conciencia. Vas andando. Eres consciente de muchas cosas: de las tiendas, de la gente que pasa a tu lado, del tráfico, de todo. Eres consciente de muchas cosas, solo eres inconsciente de una cosa… y esa cosa eres tú. Vas andando por la calle, eres consciente de muchas cosas, ¡y solo no eres consciente de ti mismo!”
Curiosa la similaridad de éstos conceptos con las propuestas por ejemplo de “Un Curso de Milagros” donde se hace un trabajo exhaustivo para que la persona cambie totalmente el concepto de sí mismo y de lo que lo rodea, pensando que está ganando “consciencia”.
Y tal como Gurdjieff, la doctrina de Osho busca también ocasionar en sus discípulos una ruptura con su personalidad.
Osho en De la ignorancia a la inocencia escribió:
“Te enseño a fundirte con la comuna porque eso te descubrirá. Destruirá tu personalidad.”
No solamente repetía los conceptos claves de Gurdjieff, sino que también su sistema de control personal, por ejemplo era autoritario y empleaba la hipnosis como medio de inducir estados alterados de conciencia. También tenía, al igual que Gurdjieff, una personalidad extravagante cuyas excentricidades trataba de justificar en la medida de lo posible para demarcar la diferencia entre las reacciones mecánicas de un dormido y las reacciones intencionales de un maestro despierto. Él se posicionaba más allá de toda moral y código ético, y cualquier situación conflictiva o abuso podía ser visto como una situación provocada intencionalmente por el “bien” del adepto.
Osho en Conciencia escribió:
“Si Jesús quiere enfurecerse, puede hacerlo; lo puede utilizar. Tú no puedes utilizarlo, tú eres utilizado por la ira. Si Jesús siente que será bueno y servirá de ayuda, puede utilizar cualquier cosa. Es un maestro. Jesús puede estar furioso sin estar furioso. Mucha gente trabajó con Gurdjieff, y era un hombre terrible. Cuando se enfurecía, se ponía terriblemente furioso, parecía un asesino. Pero aquello no era más que un juego, solo era una situación para ayudar a alguien.”
Para alguien que critica tanto al Cristianismo, parece extraño que quiera meter tanto a Jesús en sus doctrinas y enseñanzas de demonios… pero ya sabemos que no es el único que quiere revolver el nombre de Jesús en sus ensaladas ocultistas… a fin de engañar a las personas.
Otras prácticas que podría haber incorporado del Cuarto Camino fue el ejercicio del “Stop” o sus danzas sagradas. Algunos de sus antiguos discípulos, como Amiyo Devienne, tras abandonar la comuna de Osho se dedica a enseñar profesionalmente en sus escuelas los movimientos de Gurdjieff.
Osho y la Meditación dinámica ¿Una forma de control mental?
El yoga, y sobre todo el yoga tántrico, enseñado por Osho, provoca gravísimos trastornos psiquiátricos en quien lo practica. Esto no lo dice un Cristiano, sino los mismos conocedores del yoga, tal como leemos en el siguiente párrafo, extraído de un sitio especializado en yoga tántrico: “El despertar de la kundalini”:
El gran objetivo de las prácticas yóguicas y tántricas es el desbloqueamiento de los nadis (‘ríos’) y el despertar de la energía kundalini.
No obstante, los instructores de yoga advierten sobre el peligro que acarrea un despertar prematuro de la serpiente. En este sentido, todos los grandes maestros espirituales, advierten a este respecto, la necesidad de no forzar nunca en absoluto esta energía. Si quieres saber más de los efectos negativos de la kundalini, te recomendamos leer ésta entrada.
Destripando a Osho: Bhagwan Rajneesh tal y como fue
El mismo Rajneesh decidió que todos debían dirigirse a él con el sobrenombre de “Bhagwan”, que significa “el bendito, el adorable, el venerable y divino”. Vivía en una torre de marfil y raramente abandonaba su aposento salvo para dar alguna de sus conferencias en las que aparecía exóticamente ataviado y siendo adorado por sus seguidores. Rajneesh se irritaba sobremanera cuando alguien corregía su mala pronunciación del inglés, y estimaba que la mayor parte de los seres humanos se encontraban en un nivel tan bajo de consciencia que no podían comprender ni tolerar las “auténticas verdades”. Sin embargo, Osho no podía ocultar sus ambiciones personales ni sus bajas pasiones y deseos materiales, que le situaban al nivel de cualquier ser humano.
Tras dejar la India, Rajneesh creó la comuna de Oregón, en donde se erigió como un dictador que trataba a sus discípulos como seres insignificantes y sin inteligencia. Sus sanyasins debían seguir sus órdenes sin cuestionar nada jamás, de ahí que llegasen a cometer delitos siguiendo las absurdas órdenes de su secretaria Ma Anand Sheela.
Aunque una vez proclamó en 1975 que él jamás había cometido ni un solo error, era evidente que Rajneesh había cometido tantos errores como cualquier persona común y corriente. Preocupado por la sobrepoblación, Osho presionó a sus discípulos para que se sometieran a procedimientos médicos de esterilización. Declaró el SIDA como una epidemia mundial que muy pronto terminaría con las tres cuartas partes de la población mundial, y además indicó que una guerra nuclear mundial estaba a la vuelta de la esquina. Pensaba que podía escapar a un holocausto nuclear construyendo bunkers y que podía retrasar la expansión del SIDA ordenando a sus discípulos lavarse sus manos con alcohol después de cada comida. Para reforzar sus normas sexuales, una de las cuales consistía en la obligación de usar guantes de goma durante las relaciones sexuales, Rajneesh exigió a sus sanyasis espiarse los unos a los otros para informar de los nombres de quienes desobedecieran sus órdenes.
Cuando vivía en Bombay, Rajneesh dejó embarazada a una joven después de seducirla agresivamente. La muchacha estaba muy disgustada y se vio obligada por las circunstancias a abortar. Para proteger su imagen de gran Gurú, Osho mintió sobre su relación y afirmó que ella había inventado todo el asunto. Muy molesta, la joven denunció a la embajada americana todo el suceso y ahí se iniciaron los conflictos entre el gobierno de los EEUU y Osho.
Rajneesh estuvo constantemente enfermo y fue de constitución muy frágil hasta su muerte, en 1990. Era apenas capaz de mantenerse de pie durante mucho tiempo sin marearse porque tenía problemas de baja presión arterial, lo cual le ocasionaba fatiga crónica y también deterioro cognitivo debido a que sufría de hipoxia (reducido suministro de oxígeno al cerebro). Pensaba que cogía la gripe o un resfriado cada semana, en realidad sufría de una enfermedad crónica que poseía síntomas afines a la gripe. Al parecer toda esa iluminación y ser un “dios” no pudo traerle la salud…
Durante sus últimos años de vida, Osho empleó drogas bajo prescripción médica, principalmente Valium (diazepam), como analgésico para sus achaques y para contrarrestar los síntomas de disautonomía (una disfunción del sistema nervioso autónomo)… esto a la vista del artículo que recomendamos unos párrafos más arriba, no nos parece extraño, ya que toda correlación e interactividad con demonios afecta el sistema nervioso de una forma o de otra…
Osho tomaba la máxima dosis recomendada de diazepan por día, y también inhalaba óxido nitroso (N2O) mezclado con oxígeno puro (O2), lo cual le ayudaba a su asma e hipoxia cerebral, pero no mejoraron nada su juicio. Como era ingenuo al respecto de los potentes efectos de los medicamentos occidentales confió poder con sus potenciales efectos negativos, pero Rajneesh terminó por desarrollar una fuerte adicción. Osho murió adicto al Valium y experimentó todos los efectos negativos de un drogadicto, que incluía dificultad para hablar, paranoia, falta de juicio y empobrecimiento intelectual. Su paranoia y confusión mental llegaron hasta el punto de creer que un grupo de sectarios alemanes le habían lanzado un hechizo.
Osho y Adolf Hitler
Osho practicaba el yoga tántrico, que no es otra cosa que magia negra sexual; esto es lo que explica su admiración confesa hacia un poseso como Hitler, amante de las ciencias ocultas y asesorado hasta sus últimos días en el búnker, por magos negros.
Diversos grupos ocultistas y Gurús se han sentido atraídos por la mentalidad paranoica de Hitler. La ideología nazi sacó buen provecho de la debilidad que sufrían por entonces los sistemas democráticos, ofreciendo una alternativa totalitaria que tuvo como elementos esenciales de su sistema la superioridad racial, el antisemitismo o el uso de la violencia para sustentar el orden. Osho también resultó cautivado por la fuerte personalidad del “Führer” y le fascinó su intención de convertirse en el amo del mundo, que conllevaba inevitablemente la destrucción de los países que se opusieran a su proyecto de un espacio vital alemán.
En la obra “Yo soy la puerta”, que recoge una serie de entrevistas realizadas en 1971, Osho manifiesta abiertamente su incredulidad acerca de que Hitler fuera únicamente un político psicótico, afirmando que realmente él era el vehículo de una fuerza superior, una especie de médium que seguía las órdenes de los superiores desconocidos.
Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Todos los que estaban a su alrededor sabían que él [Hitler] era sólo un vehículo de una fuerza mayor. Esto no tenía explicación. Y cada vez que daba una órden, no lo hacía a través de su mente consciente. Este es un nuevo hecho que se ha conocido ahora. Cada vez que daba una orden, entraba en un éxtasis. Sus ojos se cerraban y se ponía a temblar, a sudar, y luego su voz cambiaba por completo. Era otra voz que daba las órdenes.”
Al igual que Hitler, también Osho sufría un desorden de la personalidad, y de ahí que quizás también admirase las ansias de poder ilimitado de Hitler, su sentimiento de superioridad racial o de sentirse escogido por la providencia. Osho nos devela el trasfondo del movimiento autoritario más cruel de la historia, Hitler como peón de algunas escuelas ocultas, fue el encargado de cumplir con la misión de conquistar el mundo entero para entregarle una importante enseñanza. ¿Cuál será la enseñanza que Hitler estaba encargado de entregar al mundo? No lo sabemos, pero parece que Osho se sentía muy próximo a ese sistema déspota, autoritario y que se vanagloriaba de ser la vía de salvación de la humanidad.
Osho en Yo soy la Puerta escribió:
“Por ejemplo, todos hemos oído hablar de Hitler, su fascismo, todo su movimiento, sus esfuerzos desesperados por hacer algo. Pero nadie sabe que hay algo oculto detrás. Hitler era sólo un vehículo para otras fuerzas. Ahora bien, hay atisbos de que él no fue el verdadero actor del drama. Solo fue un medio; fue utilizado. Alguien más estaba detrás. Otras fuerzas estaban trabajando.”
“Todo el concepto de la filosofía de Hitler estuvo a cargo de algunas escuelas ocultas. Ellos lo utilizan como Krishnamurti fue utilizado por los teósofos y otros grupos ocultos. Así que puede que se sorprenda de que Hitler siguiera ganando hasta cierto punto, hasta un determinado momento. Estaba venciendo; no sufría ninguna derrota. La cosa fue fenomenal; podía ganarlo todo. Parecía como si fuera invencible. Pero más allá de un cierto tiempo, todo empieza a ir cambiar. ¿Por qué sucede esto?”
“Las fuerzas que se oponían al nazismo derrotaron a Hitler, pero eso no es la historia real. Fue tan sólo un fenómeno externo. Hitler fue utilizado por un grupo esotérico. Fue uno de los más desesperados esfuerzos, ya que este grupo esotérico estaba trabajando desde hace siglos, pero no pudo ayudar a la humanidad de la manera que deseaban hacerlo (ayudar a la humanidad no era su objetivo, pero sabemos que así es como se lo venden a todo el mundo… ¿o porqué hay tanto pleyadiano diciendo que vienen a supuestamente, ayudar a la humanidad? mismo engaño de siempre) . Este fue un esfuerzo desesperado por ayudar a la humanidad antes de que se autodestruya en esta tierra. Así que lo intentaron a través de los santos, a través de personas que se encontraban indefensas, que eran pobres de espíritu. Lo intentaron a través de Adolf Hitler para conquistar el mundo entero antes de que fuera destruido y con el fin de entregar una enseñanza a la humanidad. ( para morirse de risa la forma como todas estas personas controladas por demonios defienden tanto a Hitler… ) Pero al igual que Krishnamurti se volvió independiente en el último momento, Hitler también se hizo independiente.”
Mas bien podemos decir que en el caso de Krishnamurti, se dio cuenta del engaño y salió de ello, es decir, se les escapó… aunque alcanzó a hacer mucho daño con sus libros y enseñanzas. En el caso de Hitler, fue derrotado.
Paz, amor y ametralladoras Usi
La presión del gobierno indio sobre las escandalosas técnicas de Rajneesh lo llevan en 1981 a instalarse definitivamente en los Estados Unidos. Para entonces el ashram esta totalmente occidentalizado. En Oregon, Rajneesh compra un rancho de 26.000 hectáreas por 6 millones de dólares, y funda la ciudad de Rajneeshpuran. El centro espiritual de la secta llego a contar con 5.000 miembros y cientos de visitantes de todas partes del mundo.
En el lugar había un verdadero ejercito privado y más de 90 Rolls- Royces con una delicada leyenda: “Jesucristo ahorra, Moisés invierte y el gurú gasta”. Al poco tiempo comienzan a producirse denuncias por escándalos en el ashram y por familiares que habían perdido a sus hijos en manos de la secta. Las autoridades municipales deciden investigar lo que sucede en el rancho y Rajneesh, que se consideraba Dios, se sintió molesto. Fue cuando decidió en 1983 presentarse a las elecciones municipales para gobernar el municipio y crear un estado bajo su órbita política-religiosa.
El principio del fin
El gurú creía que estaba en la India y realizaron amenazas y atentados intimando a los habitantes del municipio. Pese a todo perdieron las elecciones. Un año después la fiscalía del Estado de Oregon investigó las denuncias y comprobó que un ejército privado gobernaba la comuna. Paralelamente, se inicio una guerra de poder dentro de la secta y la compañera de Rajneesh, Ma Anand Sheela, celosa del médico personal del gurú, intento asesinarlo. La atraparon y fue detenida. También se habló de otras muertes extrañas.
En 1985, el gurú apareció en la tapa de los principales diarios del mundo, al ser detenido por inspectores del Servicio de Inmigración, acusado de permanencia ilegal en los Estados Unidos. Los miembros de la fiscalía encontraron en la Comuna un verdadero ejercito privado munido con modernas armas (pistolas, ametralladoras Usi- B, Magnum 44, fusiles de asalto M- 16, etc). Días después el gobierno norteamericano lo expulsó del país.
Ningún estado europeo quiso recibirlo. La presión de los Estados Unidos logra que el gobierno de la India aceptara recibirlo pero se lo obligo a que se instalara en su ashram de Poona y que mantuviera un bajo perfil.
La mayoría de los ashram de Europa cerraron sus puertas. El gurú decidió cambiarse una vez mas de nombre. Ya no se lo llamaría Bhagwan Rajneesh sino Osho.
Con la aparición y divulgación del SIDA las costumbres cambiaron especialmente en Occidente y las técnicas del sexo libre no deslumbraron más. Osho también se obsesionó con el SIDA y explicó a sus adeptos que era una plaga de Nostradamus y que se perdería dos tercios de la humanidad. Para evitarlo se implemento el uso de guantes de goma y condón en las relaciones sexuales y que nunca mas deberían ser orales o anales.
Osho no murió. Abandonó el cuerpo en 1990. “Nunca nació, nunca falleció. Visitó este planeta entre el 11 de diciembre de 1931 y el 19 de enero de 1990”, dice el epitafio que él dictó para la placa que ahora etiqueta las cenizas. Su muerte generó tanta leyenda como su vida. Hay quienes dicen que partió con HIV, otros que lo envenenaron los servicios de inteligencia norteamericanos y el certificado de defunción, que tuvo un paro cardíaco.
Tras haber expuesto toda esta información, solo nos queda una pregunta para ti:
¿Vas a seguir comprando sus libros o citando sus “enseñanzas” ahora que sabes quién era Osho?