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La doctrina de un reino milenial físico en Jerusalén

La doctrina de un reino milenial físico en Jerusalén

¿De donde viene la idea del establecimiento de un reino milenial físico de Cristo desde Jerusalén?  si quieres saberlo, este artículo te interesará.

Este artículo viene a complementar el estudio que publicamos recientemente relativo al análisis de Apocalipsis, que puedes encontrar haciendo click aquí.  Por la extensión del artículo, decidimos sacar este tema y manejarlo por separado, a fin de no saturar de información todo en un solo estudio.

Como podrás leer en el artículo sobre Apocalipsis anteriormente referenciado, luego de bastante estudio, nuestra postura sobre los hechos narrados en la mayor parte de Apocalipsis es que se refieren a la caída de Jerusalén y al juicio que esto representó, el cual vino a cerrar la era judía y de la ley y los sacrificios, y vino a inaugurar la era de Cristo como el sacrificio perfecto y un nuevo y mucho mejor pacto, que finalmente nos ha facilitado a todos – si realmente entregamos nuestras vidas a Cristo – el poder entrar en el reino de nuestro Creador posterior a la muerte física. 

Como hemos comentado en estudios como éste, el futurismo es una doctrina o forma de interpretación Bíblica que manda todo hacia el futuro, y que se basa en gran parte de sus proponentes en un reinado físico de Cristo por 1,000 años, el cual dicen que se llevará a cabo desde Jerusalén.  Nuestros cuestionamientos empezaron cuando al leer la Biblia, nos dimos cuenta de cómo Malaquías describía un escenario sombrío relacionado con la desobediencia de los Judíos y cómo nuestro Creador estaba molesto con ellos. De allí pasamos al Nuevo Testamento y el mismo Cristo expresó la misma molestia y frustración con ellos y anunció el juicio que se les vendría encima, así como la apertura del reino a los gentiles. Con esto, podemos entender perfectamente a lo que se refiere la parábola del banquete de bodas que puedes leer en Mateo 22. Los que estaban invitados, no fueron y peor, mataron a los mensajeros que los iban a invitar, por lo cual el rey les mandó castigar e invitó a quienes originalmente no habían sido invitados, y ellos respondieron a la invitación.

Por tanto, nuestro cuestionamiento lógico era sobre la imposibilidad de que el reino se asentara en Jerusalén, si esta ya había sido juzgada y estamos en un nuevo pacto, el cual se basa en la aceptación de Cristo, a quien los Judíos ortodoxos siguen sin aceptar. Esto no tenía sentido. Por tanto, en nuestra investigación dimos con un estudio creado por uno de los autores del estudio sobre Apocalipsis, donde se habla de este tema de la creencia de un reino milenial físico de Cristo desde Jerusalén, y ahora queremos compartirlo con ustedes.

Explicando las raíces de los movimientos judaizantes

Nos debería de quedar claro que la creencia de un reino milenial desde Jerusalén proviene de las ideas judías, las cuales siempre esperaron que su mesías estableciera un reino físico y político en Jerusalén.  Mientras los Judíos esperaban cosas terrenales, Cristo vino con una misión más allá de cualquier cosa que los Judíos hubieran esperado. Cristo mismo dijo que su reino no era de éste mundo, porque si lo fuera, no lo hubieran entregado para ser crucificado. Entonces…¿desde dónde viene esta creencia de que Jerusalén sería el centro del reinado mundial, y porqué debemos tener cuidado de que esto no forme parte de los planes precisamente de un nuevo orden mundial?

Para entenderlo, tenemos que remontarnos a los años 100 a 200 después de Cristo. Tal como sucede ahora, en esos tiempos también surgieron sectas. Las sectas de esos tiempos eran gnósticas y judaizantes, y su objetivo engañoso era jalar sobre todo a los nuevos Cristianos para alejarlos de la libertad ganada por Cristo hacia un tipo de Cristianismo legalista, es decir, basado en la ley y las tradiciones Judías. Te parecerá increíble, pero Pablo tuvo que lidiar con estas mismas sectas que ahora tú te encuentras en línea proponiendo exactamente lo mismo, con las mismas raíces judaizantes que están confundiendo a muchos Cristianos recién venidos a la fe y que no se han puesto a estudiar la Biblia por sí mismos. En cierta medida, creemos que todos los que están siendo engañados actualmente ( ya sea por los judaizantes, por la nueva era, por el catolicismo, por el gnosticismo o por decir que Yahvé es un extraterrestre ) todos tienen algo en común: la gente que cae en esos engaños NO se pone a leer la Biblia por sí misma NI se pone a estudiarla profundamente. Pareciera que estos momentos para la humanidad son de gran prueba, porque ya teniendo el Libro de nuestro Creador, él quiere ver quién lo estudia y lo busca para pedirle le revele la verdad, y está entregando a los demás a cultos, chismes y teorías fantásticas creadas por el enemigo.

Entre las sectas que surgieron en esos tiempos, estaban los ebionitas y los alogoi, que exhibían algunas diferencias entre ellos, sin embargo compartiendo las raíces judaizantes y gnósticas provenientes de las incorrectas interpretaciones de los Evangelios. Por ejemplo, ellos no creían que el Logos hubiera podido encarnarse en Cristo, incluso aunque Juan claramente dijo que Jesús era el Logos encarnado. Estas sectas rechazaban también la Trinidad y las epístolas de Pablo. La principal meta de estas sectas era regresar a los Cristianos al sistema del Judaísmo.

El punto de vista 100% judío es que el Mesías que ellos esperaban vendría a establecer un reino físico en la tierra. Puesto que los actuales Judíos ortodoxos no aceptan a Jesucristo como su Mesías prometido, siguen esperando a un Mesías que venga a establecer un reino mundial desde Jerusalén. Esto también viene indicado en el Talmud, y se basa en la idea de que el Mesías debe ser un líder político, que “sacaría a los malos” de tierra santa y establecería un reinado político en Jerusalén.

En los tiempos de Jesús, toda la gente que escuchaba los milagros y todo lo que se decía sobre él, pensaban que Jesús había llegado para establecer el reinado físico. Luego veían que Cristo no estaba juntando una armada, sino predicando, sanando y hablando con las personas de manera humilde, pero no hacía nada en lo político ni usaba su poder sobrenatural para ganar la guerra y sacar a los romanos, y empezaron a cuestionarse y a tener crisis de fe, simplemente porque lo que ellos creían, su sistema de creencia que asumieron por su cuenta, era algo totalmente diferente a lo que Cristo estaba haciendo. Por tanto, no entendían nada del verdadero propósito de la venida de Cristo.

Pedro también pasó por ciertas crisis de fe, porque primero confirmó de su propia boca que Jesús era el Cristo, el Mesías, el hijo de Dios vivo, y Jesús lo felicita por su comprensión, pero luego cuando Jesús les explica a los apóstoles lo que habría de pasarle, que lo torturarían y que lo crucificarían, Pedro no podía aceptar esto porque entraba en conflicto con su creencia sobre lo que el Mesías venía a hacer, porque esperaba algo totalmente distinto. Pedro también esperaba que Jesús fuera a Jerusalén a establecer el reino y que los discípulos gobernarían con él. Hay incluso pasajes donde los judíos se peleaban por tener un “mejor puesto” en el reino de Cristo. Cuando Pedro se asusta y dice que Jesús no debería ser crucificado, Jesús lo reprendió diciendo: “aléjate de mí, Satanás”.  ¡Qué gran diferencia para Pedro, de en un momento recibir las felicitaciones por su entendimiento de que él es el hijo de Dios, para luego ser reprendido y llamado herramienta de Satanás!

El problema de Pedro (y el que actualmente tenemos que confrontar nosotros mismos también) es que su teología era correcta, pero su entendimiento de esa teología era incorrecto. Y al parecer a los apóstoles, educados bajo las interpretaciones Judías, tampoco les quedaba muy claro, ya que en el momento de la ascensión, le preguntaban a Jesús si ahora sí se iba a restablecer el reino a los Judíos. Ellos seguían ciclados en un reino FISICO, no en uno espiritual. Jesús les respondió que recibirían al Espíritu Santo y que irían a hacer discípulos de todas las naciones. Como puedes ver, los apóstoles seguían en su creencia de un reinado físico, cuando Jesús tenía en mente algo mucho mayor y mejor.

Los ebionitas se quedaron atorados en ese tema del reinado físico en la tierra, y con la idea de que Jesús regresaría y haría lo que los Judíos habían entendido que sucedería, lo cual era el reino terrenal desde Jerusalén. Esa enseñanza se volvió un punto de vista muy influyente en el siglo II. Utilizaron la referencia de lo que dice Apocalipsis 20, pues hace referencia de un reinado de 1,000 años, y lo usaron para seguir afirmando una creencia tradicional Judía.

Lo que los primeros autores Cristianos escribieron al respecto

Papías de Hieropolis ( 95-120DC ) fue un Judío-Cristiano muy influyente, que conocía mucho sobre Apocalipsis, lo cual demuestra una fecha temprana del tiempo en que Apocalipsis fue escrito.  Eusebio, quien es llamado el padre de la historia de la Iglesia, escribió alrededor del 300 DC sobre Papías, y en ciertos puntos lo validaba pero en otros lo contradecía. Eusebio escribió sobre Papías lo siguiente: “Papías dice que habrá un cierto milenio después de la resurrección, y que habría un reinado físico de Cristo en ésta tierra, lo cual parecen ser cosas que se había imaginado, como si hubieran sido parte de las narraciones apostólicas, sin entender correctamente aquello que fue propuesto figurativamente en sus representaciones”. Papías estaba muy limitado en su comprensión, como era evidente en sus discursos, sin embargo él fue la causa por la cual la mayoría de los escritores eclesiásticos, usando como justificación la antigüedad de sus escritos, fueron llevados a adoptar sus mismas ideas, como lo fue Ireneo, quien adoptó esas mismas creencias.  Podemos encontrar referencia a todo esto en el libro III de la historia de la Iglesia de Eusebio.

De este modo, se siguió con la perspectiva Judía de que habría pronto un reinado político y físico del Mesías, ubicado en Jerusalén, y ésa fue la creencia predominante en el siglo II. Para el tiempo de Agustín, esta creencia comenzó a apagarse, ya que él dio una noción diferente sobre los 1,000 años indicados en Apocalipsis 20. Sin embargo, esta teoría de procedencia Judía se propagó lo suficiente como para lograr que muchas personas la creyeran, tales como Justino Mártir, el Obispo de Sardis, Ireneo y Tertuliano, entre otros.

Existió otra secta conocida como los montanistas, quienes aunque no lo creas, hablaban del pronto “fin del mundo”, analizaban las “señales del final de los tiempos” e incluso Tertuliano formó parte de la secta por un tiempo. Como verás, ese tema ya es bastaaaante añejo. Tertuliano terminó de agregar a la teoría judía y creó toda una visión escatológica basada en Apocalipsis y otros escritos, en la cual decía que la resurrección de los Cristianos sucedería al regreso de Cristo, lo cual liga a la segunda venida de Cristo, lo liga también con las profecías de Daniel, menciona que el anticristo descrito por Juan (que por cierto, el anticristo ni siquiera se menciona en Apocalipsis) es la bestia y es el hombre de pecado, y que ambos son el mismo, y que este hombre iba a llegar a escena pronto. También dijo que Roma no es Babilonia, y que el milenio iniciaría después del regreso de Cristo a la tierra, lo cual completaría las 70 semanas de Daniel.

Como verás, esa doctrina suena mucho a lo que gran cantidad de pastores Cristianos enseña hoy en día. En esos tiempos surgió toda esa doctrina a través de Tertuliano, pero se fue erosionando con el tiempo y no es sino hasta los últimos 200 años de la era moderna que ésta doctrina sobre la segunda venida de Cristo y el reino milenial terrenal fue resucitada con esteroides, convirtiéndose actualmente en la más común y aceptada doctrina incluso entre pastores sinceros.

Las interpretaciones en tiempos más cercanos a los nuestros

Como mencionamos anteriormente, esta doctrina fue revivida desde hace unos 200 años a la fecha. Para el año 1800 surgieron doctrinas con el punto de vista fatalista, catastrófico y pesimista del cual Cristo se ve obligado a venir personalmente a rescatarnos. La escatología de los mormones, de los testigos de Jehová, de los adventistas, de los dispensacionalistas y demás grupos es muy similar, y en todos los casos, en lugar de centrarse en la salvación obtenida en la cruz y en la divulgación del Evangelio para salvar almas, se centra en el futurismo y en el pesimismo.  No es que este planeta esté muy bien, porque no lo está, sin embargo se pierden masivas cantidades de tiempo a hablar de estas doctrinas futuristas y no se da el tiempo suficiente a proclamar la victoria que Cristo ganó en nuestro beneficio en la cruz.

Un movimiento que ayudó mucho a diseminar esta interpretación del Apocalipsis fue el Millerismo, en el cual empezaron a ligar absolutamente todo lo que pasaba en el mundo con el “final de los tiempos” y empezaron a fijar fechas para el regreso de Jesucristo. Los constantes errores y falsas predicciones de fechas desencantaron a muchas personas que salieron del Cristianismo con un sentimiento de haber sido engañados… y eso es algo que se vuelve a repetir en nuestros días con sus predicciones del 23 de septiembre, alineaciones planetarias y todos esos chascos.  El Millerismo renació gracias al adventismo, a través de Elena de White, de quien ya hemos hablado en esta entrada del blog.

Todas estas ideas transitan hasta Darby y el dispensacionalismo, y como hemos comentado, son las ideas que comparten ya grandes cantidades de Cristianos el día de hoy, al grado que seguramente muchos que hayan leído nuestro estudio sobre Apocalipsis lo rechazaron inmediatamente, por ser tan diferente a lo que se enseña por todos lados. En ningún momento estamos diciendo que este mundo vaya bien, o que ya estamos en el estado ideal y eterno, y nos queda claro que estamos en un tiempo en el cual se está poniendo a prueba a toda la humanidad. Pero lo que sí hemos discutido es la necesidad de soltar la fijación de fechas del final del mundo, y a poner más énfasis en el hecho de que debemos estar más dedicados al final de nuestra vida (y la de nuestros seres queridos) de haber escuchado el Evangelio y conocido la verdad, para poder venir en arrepentimiento a aprovechar el sacrificio de Cristo para poder ser salvos, que estar fijando fechas masivas, que al final solo provocan morbo, y eso sí, muchos likes y monetización de videos y blogs. 

Conclusiones

Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, este blog es un poco diferente a lo que normalmente se puede encontrar. Para empezar, somos un grupo de personas que salimos de la nueva era y de todo tipo de engaños del enemigo, un trasfondo que en muchas ocasiones para muchos de nosotros, fue una mala referencia, ya que muchos buscamos información y tratar de comprender la Biblia con pastores, y éstos sacaron a relucir el pasado y en lugar de enseñarnos, nos contra-atacaron solo por cuestionarlo todo para poder entenderlo. Por otro lado, hay personas que han ido a escuelas de teología y han leído cientos de libros, pero todas sus enseñanzas han sido futuristas, así que…. ¿Cómo se va a comparar todo lo que las vacas sagradas del Cristianismo han dicho contra un grupito de personas que incluso cayeron en la nueva era?  pareciera que estas personas no entienden que nos estamos basando en otros puntos de vista de personas también muy estudiosas de la Biblia, y no estamos inventando el hilo rojo. El Espíritu Santo puede llevar a una persona a la verdad, por más complejo que sea el romper con una creencia personal para poder llegar a la verdad. Nosotros tuvimos que romper con lo que nos dijeron en el catolicismo, en la nueva era, en el paganismo, en el budismo y/o en todo otro tipo de doctrina, hasta llegar a la Biblia para tratar de entenderla y estudiarla sin aferrarnos a ningún pastor, ponente o sistema. 

Nosotros creemos que el hecho de haber roto con todo un sistema de creencias como la nueva era, nos enseñó a ser más abiertos y flexibles para cuestionarlo todo hasta sentirnos satisfechos con las explicaciones y sentir que el Espíritu Santo nos llevó a la conclusión adecuada. De nada sirve querer buscar la verdad, si te quieres aferrar a lo que TU crees que sabes. Es triste cuando nos escriben personas diciendo que “ellos se sienten bien con lo que ellos creen, y que aunque hace sentido lo que exponemos, ellos prefieren seguir creyendo lo que ya creían”. Esto es como decir: “es verdad, mi novio me roba dinero, pero yo prefiero seguir pensando que es honesto, aunque eso no sea la verdad, porque no puedo aceptar que sea un ladrón”.   El humano SIEMPRE  quiere acomodar lo que le resulta más cómodo o mejor creer, antes que la verdad.  Es la misma frase que por ejemplo el pariente que es muy católico que no suelta a su virgencita aunque le muestres una y otra vez que venerar a la virgen y sacar a pasear a su estatua es idolatría. Es como decir: a mí no me importa si 2+2 = 4  porque yo quiero que 2+2 sean 5 y así va a ser, aunque me traigas un tratado de matemáticas que lo contradiga”.

Aunque ya hemos dicho que estos temas no son de impacto directo para la salvación, por lo cual tampoco deberían ser un tema para dividir entre Cristianos, sí consideramos importante que cada persona esté más interesada en llegar a la verdad, que en confirmar lo que esa persona le sienta mejor. Es muy cierto lo que el autor de este estudio dijo al final de esta ponencia, y lo traducimos porque pensamos lo mismo:

“Nunca debemos quedarnos atorados en nuestra teología. La verdad es importante, pero debemos dar prioridad a la verdad que perseguimos, más que a la verdad que poseemos. En el momento en el que convertimos en un ídolo a la verdad que poseemos, y no la queremos siquiera cuestionar, podemos llegar a convertirnos en herejes, porque siempre tenemos algo nuevo que aprender. Seamos modestos y sepamos que hay más verdad de la que entenderemos en nuestras filosofías y doctrinas de hombres. Hay que buscar el entendimiento y no caer en el error de Pedro, pensando que ya lo entendemos todo, y en realidad, lo que entendemos, no lo entendemos correctamente”.

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