Aprendiendo de la Biblia

¿Tienes miedo de cometer el pecado imperdonable? lee esta entrada

Algunas personas nos escribieron muy angustiadas con éste tema del pecado imperdonable, y tenían pavor de pensar que lo habían cometido. Por ello, decidimos traducir este artículo para despejar dudas.

¿Qué es el Pecado Imperdonable?

La idea de haber cometido el pecado imperdonable es una carga tremenda para llevar. Especialmente en aquellos que asisten a las falsas iglesias cristianas de hoy. Ellos cuestionan los acontecimientos peculiares / no bíblicos alrededor de ellos y las extrañas enseñanzas que están siendo enseñadas, y la respuesta del Pastor o los congregantes es que por dudar, están blasfemando al Espíritu Santo y por lo tanto han cometido el pecado imperdonable.

“… Las interpretaciones protestantes modernas del pecado incluyen el etiquetado deliberado del bien como mal, así como rechazar la convicción del Espíritu Santo, y de atribuir públicamente la obra del Espíritu Santo a Satanás”.

Mateo 12

24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.

31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.

32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

El miedo a que hayas cometido el pecado imperdonable es totalmente infundado. Todo pecado es perdonable, incluyendo la blasfemia. Pedro negó a Jesucristo 3 veces, pero Jesucristo le perdonó.

Entonces, ¿qué es este pecado imperdonable?

El pecado imperdonable contra el Espíritu Santo existía sólo mientras Jesucristo ministraba en la tierra. El pecado imperdonable como el de Mateo 12 no puede ser cometido hoy. No podemos atribuir los milagros de Dios a Satanás, como los fariseos le hicieron a Jesucristo cuando realizó milagros justo delante de ellos.

Los líderes judíos / fariseos del día de Jesucristo cometieron el pecado imperdonable acusando a Jesucristo en persona mientras estaba en la tierra, de ser poseído por demonios. No tenían excusa para decir eso. No hicieron esto porque lo malinterpretaron o por pura ignorancia; los fariseos sabían muy bien que Jesucristo era su Mesías enviado por Dios para salvar a Israel. Sabían que las profecías del Antiguo Testamento se estaban cumpliendo. Ellos personalmente vieron las obras milagrosas de Jesucristo, y lo oyeron predicar la Verdad del Evangelio. Pero deliberadamente negaron la Verdad y calumniaron / blasfemaron al Espíritu Santo diciendo que Jesucristo fue fortalecido por un demonio llamado Beelzebub (Mateo 12:24).

Conectaron a Jesucristo y el poder del Espíritu Santo directamente al Infierno y no a Dios. Se pararon justo delante de Jesucristo, el Hijo de Dios, y ciertamente cerraron sus ojos y se volvieron voluntariamente ciegos. Lo habían rechazado completamente. Jesucristo decía que esto era una blasfemia del Espíritu Santo – era imperdonable.

Sin embargo, es importante que sepas que existen otros pecados que se pueden catalogar como imperdonables y que tienen aplicación actual y futura, y son los siguientes:

El pecado de la incredulidad

Es importante notar que si las personas rechazan a Jesucristo, están cometiendo el pecado de incredulidad. Una persona que vive toda su vida en incredulidad hasta su muerte, no será perdonada. Esta persona incrédula pasará su eternidad en el infierno.

2 Corintios 7:10
10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.

El pecado de negar a Cristo después de haberlo conocido:

Hebreos 6:4-6
4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.

2 Timoteo 3:5
5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

A medida que el Espíritu Santo atrae a todos los hombres hasta Él mismo (Juan 6:44), muchas personas han compartido la obra del Espíritu Santo en sus vidas y han tenido un pequeño sabor del cielo. Pero después de un tiempo, estas personas rechazan a Jesucristo y caen, no quieren nada que ver con Dios. Han rechazado el sacrificio de Jesús en la cruz y su don de salvación y han dicho por ejemplo; “Traté de seguir a Jesucristo y Él es un mito, Él es una simple basura. Ahora soy ateo, no hay Dios”. Al hacer esto, de hecho están crucificando de nuevo a Jesucristo, el Hijo de Dios, y sometiéndolo a la vergüenza pública. No hay segundas oportunidades para aquellos que creyeron en Jesucristo y luego lo negaron inmediatamente después. Estas personas nunca fueron salvas para empezar; conocían a Jesucristo, creían en Él hasta cierto punto, parecían piadosos (falsos cristianos), pero negaban el poder de Dios en sus vidas. Nunca fueron salvos para empezar y debido al endurecimiento de su corazón, no pueden ser renovados. No es Dios quien les ha dado la espalda, sino la persona que no quiere nada que ver con Dios.

Es muy importante que no te dejes engañar. Si un Pastor te dice que estás blasfemando al Espíritu Santo por criticar ciertas manifestaciones en sus iglesias, no hablar en lenguas, no creer en falsos milagros etc, ¡no debes dejarlo que te haga pensar que te has condenado! esto es pura manipulación. Pero debes estar consciente de los otros pecados que aquí hemos detallado y que esos sí son imperdonables. Nuestro Creador sabe que no somos perfectos y que vamos a seguir pecando, y nos perdona cuando nos arrepentimos de corazón, pero estos pecados ya implican fidelidad, y por tanto un rechazo a tal fidelidad implica una consecuencia elegida por cada persona en su libre albedrío. No podemos tomar de la copa de demonios y de la del Señor, en este caso, no se puede tener lealtad a ambos.

¡Decide bien!
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1 comentario

  • Gracias.
    Me sentía muy mal porqué había sido atea y había estado en la nueva era. Tenía miedo de no encontrar perdón por mis pecados incluso después de encontrar y aceptar a Cristo.
    Dios es misericordioso y siempre justo.
    Amén.

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